Por Cristina Sánchez Reyes
Con el “corazón marchito” el populoso barrio mexicano de Iztapalapa volvió este viernes a salir a sus calles para revivir la Pasión y muerte de Cristo, una de las celebraciones más antiguas que se realizan en México durante la Semana Santa.
“Salimos con la fe fortalecida, pero también con el corazón, a lo mejor, marchito. No es como otros años, que es alegría, es un poco doloroso, pero no deja de perderse la fe”, dice a Efe Martín López Peralta, un habitante de este barrio que este año participa como guardia romano en la escenificación.