Durante todo el encuentro matutino, de la competencia hacia las elecciones que tendrán lugar en tres años no se dijo una palabra. En las intervenciones de López Obrador estuvo el informe por sus tres años que presentará este miércoles en el Zócalo, al que aseguró que todos están invitados.
El presidente, acostumbrado a estar rodeado de personas que en giras y eventos públicos gritan su nombre y lo escuchan atentas, declaró confiar en la vacunación lograda en la ciudad y en la responsabilidad de cada ciudadano de cuidarse. En esa línea, descartó que se exija portar cubrebocas para acceder a su mensaje.
Casi al finalizar la conferencia, tres avisos en hojas de papel entregados al presidente le advirtieron que era hora de apurar la salida, pues el empresario Larry Fink, quien dirige la financiera Black Rock, le esperaba para desayunar.
López Obrador entonces se adelantó para salir del patio, pero interrumpió su paso para esperar a Sheinbaum, a quien rodeó por la espalda con el brazo izquierdo, en un gesto que la jefa de gobierno correspondió mientras el resto del gabinete caminaba detrás de ambos.
Afuera ya se tenía instalado un cerco de seguridad dos calles alrededor del Zócalo. En la plancha se alistaban las vallas, el equipo de sonido y las pantallas que transmitirán el mensaje del presidente, quien adelantó que este miércoles estará acompañado de mariachis, jaraneros y rumba.
"La rumba también es cultura", dijo López Obrador al citar a Froylán López Narváez, quien fue profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y recientemente falleció.
López Obrador culminó así su visita al palacio desde donde gobernó la capital, y desde el cual se dirigió al palacio desde el que tiene tres años gobernando al país.