Familias con más de un enfermo y de luto aguardan afuera de hospitales COVID-19
La segunda ola de COVID-19 tiene a familias con más de un internado, peregrinando para hallar una cama y sin poder guardar el luto tras perder a un familiar por esperar informes en hospitales.
Araceli López espera en las rejas del Hospital General de México a tener informes sobre su padre de 72 años, Rafael López Cortés, quien fue intubado después de intentar sobrellevar el COVID-19 en su casa.
Para ella no hubo tiempo de despedir a su madre, Isabel López Quijada, quien murió por una antigua afección en los pulmones el mismo día en que su padre fue internado.
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“Estoy viviendo la tragedia de mi mamá, la acabo de perder, a ella ya no le puede ayudar. Lo tenía con poco oxígeno, pero era él o ella con el oxígeno”, dice en entrevista con Expansión Política.
Para Araceli encontrar una cama para su padre fue un golpe de suerte, pues desde Chalco, Estado de México, llevó a su padre directo al Hospital General, en Cuauhtémoc, sin saber si había disponibilidad, desesperada por la fiebre y el bajo nivel de oxígeno que presentaba Rafael.
Me había advertido el de la ambulancia que estaban muy saturados los espacios en los hospitales, que si me arriesgaba era bajo mi responsabilidad. Con la bendición de Dios me la jugué y me vine para ver la posibilidad de rescatarle la vida a mi padre porque uno quiere hacer hasta lo imposible”.
Aracely López, hija de una persona enferma de COVID-19
Los capitalinos han tenido que suspender duelos, tener a varios familiares internados en los hospitales y recorrer hospitales en busca de atención para sus seres queridos en esta segunda ola de contagios de COVID-19.
En el Valle de México están hospitalizadas 10,071 y se espera alcanzar un pico de 10,500 hospitalizados alrededor del 25 de enero, de acuerdo con la más reciente proyección del modelo epidemiológico del Gobierno capitalino.
En los hospitales de la Ciudad de México se encontraban 7,401 pacientes de COVID-19 internados; 1,870 intubados y 5,531 en camas generales al 19 de enero, de acuerdo con el registro en el portal Datos CDMX.
En la capital apenas el 10% de las camas de hospitalización general se encuentran disponibles y 17.4% de las que cuentan con un ventilador destinadas para pacientes graves.
Sentada frente a la entrada del triage del Hospital General, Alma hace una oración en voz baja por su hermano Jesús, de 42 años.
Durante diciembre, Jesús estuvo recibiendo consultas a distancia después de dar positivo a COVID-19. Lo que comenzó con pérdida del olfato y gusto pasó a dificultad para respirar y se convirtió en neumonía.
Aunque lo declararon libre de COVID-19 hace 15 días, los pulmones de Jesús sufrieron daños por la enfermedad, quedando uno al 75% y otro por debajo del 50% de su capacidad, comenzaron a aparecer moretones en su cuerpo y los dedos de sus extremidades tomaron un color azulado.
“Nos tomó por sorpresa porque ya lo habían dado de alta, nos dijeron que iba a mejorar. Afortunadamente nos dimos cuenta de esto a tiempo”, comenta.
Con el 2020 los hermanos también tuvieron que despedir a su padre, quien murió el 31 de diciembre quien sufría de problemas del corazón. Ante la preocupación de perder también a su hermano y por recomendación de un médico particular, Alma lo llevó directo en su coche al hospital.
Tengo esperanza de que las personas llegan a un lugar mejor y quizá desde donde se encuentre mi papá está cuidando a mi hermano. Tengo mucha fe, él es muy fuerte y tiene una familia por la cual luchar”.
Al sur de la ciudad, en el Hospital Gea González, dos hombres se conectaron por compartir una misma crisis.
Israel Martínez de Iztapalapa y Manuel de Tlalpan se conocieron en la carpa colocada en un camellón sobre Calzada de Tlalpan frente al hospital, donde cada uno tiene a dos miembros de su familia internados por COVID-19.
Mientras a su madre la internaron de inmediato el jueves 14 de enero, dos días antes Israel Martínez tuvo que recorrer hospitales a bordo de un Uber para encontrar un espacio en el que recibieran a su hermano luego llamar al 991 y esperar una ambulancia por tres horas.
“Ni los hospitales cerca de nosotros en Iztapalapa y Nezahualcóyotl, aunque marcaba el mapa (del Gobierno CDMX) que sí había atención no nos recibían a mi hermano.
“De ahí mi hermano llegó al Hospital General pero tampoco lo recibieron, estaba muy grave y mejor recibió atención en el Hospital Infantil (de México), ahí lo estabilizaron y lo trasladaron para acá”, relata.
Israel duerme en la carpa para protegerse del frío y espera la llamada para recibir el reporte médico, ya que en la casa familiar en Iztapalapa no cuentan con teléfono fijo y su celular no tiene señal, por lo que las 24 horas hace guardia.
Mientras Manuel va desde temprano al hospital para esperar conocer el estado de su madre y su tía, después por la tarde acude a trabajar y regresa por la noche a su casa cerca de la Zona de Hospitales para dormir unas horas.
“Tenemos que hacerle llegar a la gente que debe cuidarse, yo aquí veo pasar a la gente como si nada; tan sólo aquí en frente del hospital hay un vendedor sin cubrebocas ofreciendo sus sobres o gente que pasa comiendo”, afirma Manuel, quien espera poder llevar a sus familiares de regreso a casa en unos días.
En el Valle de México 59 hospitales han llegado a su límite con una ocupación del 100%, lo que representa el 47.96% de los 123 hospitales públicos en la Ciudad de México y el Estado de México que atienden a pacientes de COVID-19, de acuerdo con el Sistema de Información de la Red IRAG.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha informado que del 15 de diciembre al 12 de enero se incrementó la capacidad hospitalaria para alcanzar un total de 7,570 camas dedicadas para los pacientes con COVID-19 en la Ciudad de México.
El Gobierno capitalino trabaja contrarreloj junto a los sistemas de salud como IMSS e ISSTE así como la Unidad Temporal Citibanamex y la Unidad Temporal Ajusco Medio para habilitar 501 camas más para el próximo 31 de enero.
“Lo importante pues es que una persona que enferma gravemente, tenga la oportunidad de tener una cama de hospital o una atención médica, y estamos trabajando todos los días en eso”, dijo la jefa de Gobierno en su videoconferencia de este miércoles.