Mientras la ciudad registra al menos 7,180 personas hospitalizadas por COVID-19, se han realizado estudios a nivel internacional para conocer el riesgo de contagio de coronavirus en el trasnporte público.
El riesgo de contagio de COVID-19 va más allá de mantener 1.5 metros de distancia, pues también influye si se trata de un espacio abierto o cerrado, la ventilación, tiempo, uso de cubrebocas y si las personas hablan, gritan o se mantienen en silencio, de acuerdo con un estudio publicado en la revista médica BMJ.
Al tomar la clasificación propuesta, el Metro de la Ciudad de México podría ser considerado como un lugar cerrado y donde la ventilación puede ser mayor con las ventanas de los vagones abiertas y mínima con las ventanas cerradas y en tramos subterráneos.
Si hay poca ventilación pero una baja ocupación de pasajeros, usan mascarillas y el contacto es por un periodo corto, el riesgo de contagio es bajo; sin embargo, las mismas condiciones con una alta ocupación en los vagones sube el riesgo a medio.
Por el contrario, en las horas pico con una alta ocupación en los vagones en viajes cortos y con poca ventilación el riesgo comienza en medio, mientras para distancias largas con un mayor tiempo de contacto entre los pasajeros, se considera alto.