Las fiestas en especial en condominios y vecindades podrían ser la principal causa para el aumento de hospitalizaciones en personas de COVID-19 que se ha registrado en la Ciudad de México, incrementándose desde el 8 octubre hasta alcanzar 3,308 pacientes internados.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a los ciudadanos para evitar fiestas y reuniones entre familiares o amigos, pues representa una situación de riesgo de contagio.
“Las fiestas privadas que se hacen, en reuniones familiares, fiestas, etcétera, que es donde hemos visto que se han incrementado y probablemente esto sea lo que haya llevado a mayor propagación de la enfermedad”, dijo este 16 de noviembre en videoconferencia de prensa.
Mientras el Gobierno capitalino decidió el cierre de bares, antros y cantinas a las que se les había permitido operar como restaurantes ante el repunte de casos, las fiestas han escapado de la regulación de las autoridades.
Durante el semáforo naranja por la pandemia de COVID-19 una de las restricciones es realizar reuniones con más de 10 personas.
Incluso existe el Protocolo para Prevenir Contagios de COVID-19 en Unidades Habitacionales expedido por la Procuraduría Social capitalina, que indica:
Las condiciones de las reuniones y fiestas hacen que se incremente las posibilidades de que una persona contagiada –aún sin saberlo ni tener síntomas– pueda transmitir el virus SARS-CoV-2 a los demás asistentes: concentración de personas en un espacio cerrado, poca ventilación, se deja de usar cubrebocas, contacto físico como saludo de mano, abrazos y besos.
“Estamos hablando de las fiestas, de las reuniones familiares que hemos visto se están incrementando; ¿por qué en particular esto?, porque es justamente donde se deja de usar el cubrebocas y se disminuyen las medidas de sana distancia”, indicó la jefa de Gobierno desde el 24 de octubre en conferencia.
Aunque está prohibido, el realizar fiestas no está considerado como un delito ni una falta administrativa por lo cual no hay una sanción.
De acuerdo con el C5, de enero a octubre se reportaron 11,602 fiestas y reuniones en la capital, un incremento de 661% en comparación con las quejas del mismo periodo en 2019.
Las personas pueden reportar las reuniones de más de 10 personas e incluso pedir una patrulla a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
No obstante los policías sólo pueden invitar a las personas en la fiesta a retirarse y recordarles las medidas de prevención contra el contagio de COVID-19, sin embargo no pueden ingresar al domicilio ni detener a ninguno de los asistentes.
Incluso la Procuraduría Social (Prosoc), encargada de atender disputas y problemas entre vecinos, se encuentra imposibilitada ya que la dependencia está en suspensión de términos.
Patricia Ruiz Anchondo, titular de la Prosoc, ha indicado que está en proceso una iniciativa para reformar la Ley de Régimen de Propiedad en Condominio y la Ley de la Procuraduría Social con el fin de aplicar multas de hasta 500 unidades de cuenta a quienes realicen fiestas, lo que equivaldría a 43,440 pesos.
Esta reforma aún debe ser revisada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien en caso de aprobarla deberá dirigirla al Congreso capitalino para que sea discutida y votada por los legisladores.
A pesar de que aún no existe una sanción definida, si se requiere que policías de la SSC hablen con los vecinos para suspender una fiesta o simplemente registrar el hecho, se puede reportar por distintas vías.
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