"Mi hijo estaba en un reclusorio y gracias a él mi hijo salió de esa prisión. He tenido también difuntos de esta pandemia que nos ha dejado marcados de por vida. Mi hermano y mi tío lograron superarlo, salir de la pandemia; uno de mis cuñados sí falleció", dice al salir de la iglesia.
Mientras que su tío estaba hospitalizado, su hermano debió encerrarse a solas en una habitación, intentando sobrellevar los síntomas sólo con té, paracetamol y eritromicina, bajo el seguimiento de un médico quien lo atendía por llamada telefónica.
Su cuñado de 64 años fue internado en una clínica; sin embargo, su cuerpo no soportó lo suficiente para que el sistema inmune pudiera combatir al virus SARS-CoV-2, del que hasta ahora no se conoce vacuna y medicina específica para su tratamiento.
"Como él no se quiso intubar murió, le dañó bien el pulmón izquierdo, le dañó mucho el COVID y falleció. Hemos tenido esa pérdida muy dolorosa que se queda dentro de nosotros, muy marcada", relata.