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La vida nocturna de la CDMX en riesgo por el coronavirus

Al menos 2,600 bares y antros se mantienen cerrados ante el COVID-19 en CDMX; los empresarios buscan poder abrir en semáforo naranja algunos establecimientos y proponen crear protocolo.
sáb 04 julio 2020 03:45 PM
Bares de la zona rosa
Algunos restaurantes con venta de cerveza reanudaron actividades en la CDMX por la entrada del semáforo naranja, pero los bares y salones permanecen cerrados como medida para evitar contagios de coronavirus.

Las luces, música y filas de personas que llenaban por las noches el Callejón del 57 en el Centro Histórico, donde se encuentran lugares como El Marrakech y La Purísima, han sido reemplazados por el silencio, cortinas cerradas y unos pocos transeúntes con cubrebocas.

Esos lugares son una muestra de cómo la vida nocturna en la Ciudad de México se ha acallado ante la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19, por la cual desde hace más de tres meses se mantienen cerrados alrededor de 2,600 establecimientos de impacto zonal que van desde pequeños bares hasta foros de espectáculos.

Ismael Rivera Cruces, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (Anidice), indica que con el cierre de estos establecimientos se encuentran en riesgo 130,000 empleos directos y otros 250,000 indirectos.

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“Estos lugares pagan cantidades grandes de renta y nómina; la mayoría de los establecimientos no logró hacer convenio con los arrendatarios y se han visto obligados a seguir pagando las rentas cuando llevan tres meses cerrados

“Muchos de los trabajadores ganan salario mínimo y los empresarios se están quedando sin dinero para pagarlos. Es un esfuerzo que se está haciendo tremendo pero no tenemos una salida próxima para solucionar”, dice en entrevista con Expansión Política.

Los antros y bares serán los últimos negocios en tener permitido reabrir al llegar al semáforo verde, de acuerdo a las medidas establecidas por el Gobierno capitalino.

Aunque el regreso podría llegar en octubre, al depender del comportamiento de los contagios del virus SARS-CoV-2, Rivera advierte que se podría alargar hasta enero por lo cual pide que se permita a algunos establecimientos retomar sus actividades de forma controlada.

En contraste, la restricción da pie a que se genere un sector clandestino para llenar el vacío en la vida nocturna.

“Si esto se prolonga hasta octubre va a ser muy complicado, pero nosotros estamos haciendo una proyección económica de que podamos reabrir hasta enero, los lugares no van a aguantar económicamente.

“Es una industria relevante que nunca va a desaparecer pero puede revivir bajo ciertos formatos que son preocupantes como las fiestas clandestinas, los eventos particulares en donde se comercializa sin ningún tipo de seguridad de protección civil y mucho menos sanitario”, señala.

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El presidente de Anidice señala que se ha planteado ante la Secretaría de Desarrollo Económico y su titular, Fadlala Akabani, el permitir la apertura de espacios donde se puede limitar la concentración de personas como cantabares, show bares y casinos.

En contra tienen factores como la prohibición de música a alto nivel pues provoca que las personas hablen gritando lo que dispersa más saliva, incrementando el riesgo de contagio. También la Ley Seca implementada por varias alcaldías los fines de semana a lo largo de la pandemia.

“Una Ley Seca no logra más que afectar al comercio porque se van a comprarlo en otro sitio o antes. Es un tema que hemos platicado con la Secretaría de Desarrollo Económico y están en la mejor disposición –y así lo dijo el propio secretario (Akabani) a nosotros– de ver el cómo sí”, señala Rivera.

Entre las medidas que plantean está el equipar a los valet parking con un protocolo para entrega de boleto, sanitización del auto al recibir y entregar al cliente.

También dar equipo de protección para todo el personal, evitar contacto físico con los clientes, sanitización de mesas, cristalería, loza y cubiertos, así como evitar la preparación de bebidas en mesa y el lavado de manos cada hora por parte del personal.

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El planteamiento es abrir los cantabares y sitios con espectáculos de comedia en semáforo naranja o amarillo y antes de llegar a semáforo verde abrir los sitios de alta concentración.

“Tenemos que acostumbrar a la gente a convivir con el COVID hasta que no exista una vacuna o medicamento que combata el virus. Son protocolos a los cuales la gente y no está acostumbrados e incluso muchos creen que no existe el virus, entonces hay que luchar también con estas ideas”, indicó Rivera.

La cercanía entre las personas y el ser espacios cerrados complican la posibilidad de una apertura temprana, indicó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

“Donde mayor riesgo hay es en los lugares cerrados, hay menos riesgo en los lugares abiertos. Entonces, centros nocturnos, bares, etcétera, tienen el problema de que están principalmente en lugares cerrados.

“Es muy distinto abrir un restaurante a abrir un bar en las calles. Entonces hay que tomar en cuenta todas las restricciones”, respondió sobre el tema durante una videoconferencia de prensa.

Pese a los miles de empleos en riesgo, la mandataria indicó que es vital el evitar un repunte en los contagios de COVID-19 que pudiera provocar la pérdida de más vidas y presión al sistema hospitalario de la ciudad.

“Sabemos y entendemos la necesidad que tienen todos de abrir estos espacios, de conservar los empleos, lo sabemos. Pero no podemos permitir que lleguemos a una situación que controlamos durante tres meses y que se nos desborde el número de contagios y se nos desborde la hospitalización”, reiteró la jefa de Gobierno.

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