La ciudad ha gastado al menos 1,468 millones 475,987 pesos para combatir la epidemia de coronavirus COVID-19 a través de adjudicaciones directas asignadas por la Secretaría de Salud local.
Desde la compra de gel antibacterial, cubrebocas, termómetros hasta bolsas para cadáveres, los contratos más cuantiosos han sido para la adquisición de ventiladores y monitores. En particular, en estas compras se adquirieron equipos en hasta 2.6 millones de pesos. Este es el detalle.
El Gobierno de la Ciudad de México ha adjudicado 463 millones 12,712 de pesos para la compra de ventiladores que den soporte a pacientes graves de COVID-19.
El contrato más grande por 384 millones de pesos fue asignado a la empresa Nudomi por la compra de 143 ventiladores pediátricos-adultos, dando un precio de 2 millones 685,787 pesos por cada equipo.
Estos ventiladores fueron 76% más caros que los inicialmente comprados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de Manuel Bartlett Álvarez, hijo del titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En una tarjeta informativa entregada por el gobierno de la Ciudad de México se detalla que los precios de estos ventiladores adquiridos en la capital del país no son comparables a los del IMSS puesto que se incluyen otros servicios.
"Los precios de dichas unidades respiratorias de la Ciudad de México con los ventiladores adquiridos por otras instituciones no son comparables, ya que las adquiridas por la Sedesa, además del ventilador, incluyen la compra de insumos, refacciones, consumibles, mantenimiento preventivo y correctivo; capacitación y garantía por tres años".
Adicionalmente, se precisa que el proveedor contratado fue el más económico dentro del estudio de mercado y que se trata del "único proveedor que garantiza la entrega en los primeros 15 días de mayo, que es cuando la ciudad más los necesitará".
En otro detalle de la tarjeta informativa de la CDMX se explica que para una comparación de precios se deben proyectar costos a tres años:
"Para poder comparar de manera adecuada, la compra de las unidades de terapia respiratoria de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México es necesario proyectar los costos totales a 3 años".
Como información adicional, el gobierno de la CDMX destaca que estos aparatos requieren insumos para poder continuar utilizándolos.
"La compra anticipada de insumos y servicios incluida en esta cotización, blinda a las finanzas de la ciudad en contra del incremento de precios por la inflación, por su posible escasez o por cambios en el mercado, y garantiza contar con los todos los insumos que se requieren para este tipo de terapia por tres años: un ventilador sin sus consumibles no puede ser utilizado en un paciente".
El Gobierno capitalino ha tenido complicaciones para conseguir los insumos para enfrentar la epidemia. Por ejemplo, una adjudicación directa se dio 10 días después de que fracasara la compra de 100 ventiladores por un total de 268.6 millones de pesos a Lumafesa S de R.L de C.V. en un precio de 2 millones 685,787 pesos por equipo.
Para los enfermos graves de COVID-19 la única esperanza al carecer de vacunas o medicina para combatir el virus es contar con un ventilador que les ayude a ganar tiempo para que sea su propio sistema inmune sea el que dé la batalla.
Aunque en el Valle de México se espera alcanzar los 1,800 pacientes con respiración asistida hacia finales de mayo e inicios de junio, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha señalado que se contará con 2,200 camas con capacidad de intubación.
“Son alrededor de 2,200 camas, se tiene un porcentaje muy importante de alrededor del 15% de camas adicionales que probablemente no se ocupen, pero es importante estar preparados”, indicó la mandataria el 18 de mayo.
Tras la duda sobre los precios –lanzada por el propio hijo de Manuel Bartlett contra el gobierno de Sheinbaum– así como la dificultad para encontrar los codiciados equipos y las fallas para su entrega, la ciudad ya no va a adquirir más ventiladores.
“Ya no se tiene programado comprar más allá de ello, no se han hecho los pagos de los otros ventiladores, hasta que no estén operando todos debidamente.
“Nos está apoyando el INSABI y las instituciones del IMSS, del ISSSTE y la propia Secretaría de la Defensa Nacional para poder ampliar la capacidad hospitalaria, pero para la ciudad ese sería el límite que estaríamos adquiriendo”, indicó la jefa de Gobierno en videoconferencia de prensa.
Después de los ventiladores, el contrato más cuantioso asignado por el Gobierno capitalino es de 264 millones 480,000 pesos por la compra de 100 monitores de signos vitales a la Comercializadora Rontad S.A. de C.V., un precio de 2 millones 644,800 pesos la pieza.
Esto es un costo 166% mayor que el pagado por la misma Secretaría de Salud local tan sólo ocho días antes a la empresa Six Med el 23 de marzo, cuando la ciudad pagó 97 millones 457,526 pesos por 98 ventiladores, el equivalente a 994,464 pesos por equipo.
El mismo día fueron comprados 132 monitores a un precio aún más bajo de 336,838 pesos la pieza a la misma empresa por un total de 44 millones 462,729 pesos, pero mientras los primeros era marca General Electric estos fueron equipos Edan.
