Para ello se evalúa la posibilidad de aplicar pruebas rápidas, que inicialmente se habían descartado por considerarse que tienen una alta proporción de falsos positivos. Con el fin de resolver esa situación, también se busca que las pruebas elegidas estén aprobadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Con los resultados, se buscará el resguardo de las personas contagiadas que no requieran atención hospitalaria, el rastreo de las personas con las que hayan tenido un contacto reciente y la aplicación de pruebas a esos contactos, detalló José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP).
“No se trata de pruebas masivas. Se tiene que incrementar el número de pruebas y así se está trabajando pero, sobre todo, para fortalecer el seguimiento epidemiológico de cara a la apertura”, señaló Merino, en una videoconferencia de prensa al lado de Sheinbaum.
A la par, se alista la realización de un censo casa por casa en toda la capital del país, para identificar a las personas que tengan enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión u obesidad.