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Alessandra Rojo de la Vega: Las protestas de mujeres son legítimas y justas

La diputada considera que entre sus principales logros en el Congreso capitalino está que se aprobaran sanciones ejemplares para quienes ataquen con ácido a mujeres.
vie 17 enero 2020 06:10 AM

Alessandra Rojo de la Vega ha pasado de compartir su vida en páginas de sociales a marchar junto a miles de mujeres hacia el Zócalo, portando un pañuelo verde y un letrero con la consigna “Para que mi hijo no sea un macho y mi hija no tenga que luchar”.

En 2018, llegó casi por sorpresa al primer Congreso de la Ciudad de México. Obtuvo su diputación por la vía de la representación proporcional con base en el principio de paridad de género. Desde entonces, es una de las dos integrantes del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Legislativo local.

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De padres empresarios, Martín Rojo de la Vega y Mónica Piccolo, Alessandra comenzó su trayectoria en el sector público en Comunicación Social del Estado de México, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2005-2011), para después manejar las redes sociales de quien fue el candidato presidencial ganador en 2012.

De ese periodo, dice, su mayor aprendizaje fue identificar qué es lo que no quiere. Ahora, la diputada asegura que enfoca su trabajo legislativo en los derechos de niñas, niños y mujeres, en el medio ambiente e, incluso, ha llegado a respaldar iniciativas polémicas como la de #InfanciasTrans, sobre la cual incluso algunos diputados de Morena han evitado pronunciarse.

A Alessandra no le gusta el término ‘socialité’ y prefiere considerarse ‘influencer’. En Instagram, comparte fotos y videos de sus iniciativas y de su embarazo, así como de las compras que hace en el supermercado, donde desde el 1 de enero pasado quedó prohibido el uso de bolsas de plástico, una medida que ella impulsó en el Congreso.

Conoce más: La homofobia institucional frena al matrimonio igualitario: Villanueva

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Alessandra Rojo de la Vega en tres palabras.
Real, solidaria y trabajadora.

¿Por qué decidiste entrar a la política?
Para hacer que las cosas pasen, ser la voz de las capitalinas y los capitalinos.

¿Te consideras la ‘socialité’ del Congreso?
Creo que le han dado un enfoque muy negativo y muy superficial a esa palabra; sin embargo, le podemos dar la vuelta y hacer cosas muy buenas.

El momento que más has odiado en el Congreso…
Cuando los diputados y diputadas por intereses políticos o egos frenan las cosas.

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¿Cómo fue trabajar con Peña Nieto?
Me dio experiencia, me dio tablas. Me dio un aprendizaje también de qué me gusta, qué no me gusta, y alzar la voz también.

Peña Nieto en tres palabras.
Guapo, expresidente y… mal equipo.

¿Cuál ha sido tu mayor triunfo como diputada?
El lograr prohibir las bolsas y el plástico de un solo uso en la Ciudad de México. El lograr castigar ejemplarmente a quien ataque a una mujer, por el simple hecho de ser mujer, con ácidos o materiales corrosivos. El castigar a quien difunda contenido íntimo sin consentimiento de las personas y la violencia digital.

¿Las protestas de mujeres son provocación, vandalismo o manifestación legítima?
Es una manifestación legítima, justa. Cuando una mujer sufre un daño a un familiar o a ella misma y no recibe justicia, no es escuchada, de verdad es terrible el sentimiento que pueden llegar a tener.

¿Quién es la mujer que más admiras y por qué?
Yo creo que a mi mamá porque me dio la vida, porque es mi ejemplo y gracias a ella soy lo que soy.

Tu rincón favorito de la Ciudad de México es…
Me encanta el Centro, la arquitectura del Centro, me transporta a otros tiempos, pero me encanta estar en Polanco.

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