Como todos los aspirantes, Mirón Reyes compareció la semana pasada ante el Consejo Judicial Ciudadano y está a la espera de que esta instancia anuncie a la terna de finalistas que enviará a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, lo que se prevé ocurra a más tardar el 5 de diciembre. De esa lista, Sheinbaum elegirá a un candidato que deberá ser aprobado por el Congreso local.
Mientras el proceso avanza, el exsubprocurador de Planeación, Coordinación y Derechos Humanos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ-CDMX) habla de los retos que enfrentará la futura fiscalía, así como de las acciones que echaría a andar en ella en caso de convertirse en su titular.
¿Cuáles serán los desafíos que tendrá la Fiscalía General?
Uno tiene que ver con la autonomía de la institución. Para que la fiscalía pueda cumplir con su objetivo, tiene que contar con autonomía de gestión, técnica, presupuestal y política. Debe lograr ser una institución de procuración de justicia para las personas. Esa autonomía debe permitir ofrecer una atención adecuada, contar con elementos técnicos, y debe ser una autonomía alejada de cualquier injerencia que pudiera perturbar los procedimientos. El segundo paso es fortalecer la capacitación del personal sustantivo, que se encamine a llevar a cabo una investigación del delito con perspectiva de género, que permita reunir datos de prueba necesarios y, sobre todo, en un marco de respeto a los derechos humanos. Todo eso tiene que ir generando confianza en la institución y fortaleciendo la cultura de la denuncia. Y un tercer aspecto es la coordinación con las organizaciones de la sociedad civil.