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Las leyes de la CDMX han permitido excesos en el desarrollo urbano: Aboitiz

El diputado, presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana y Vivienda, advierte de que las normas locales necesitan ajustes para evitar decisiones discrecionales en la construcción.
vie 04 octubre 2019 05:00 AM

En los últimos años, la Ciudad de México ha registrado abusos en el desarrollo inmobiliario, que se han dado a partir de una legislación contradictoria y de decisiones discrecionales, afirma Fernando Aboitiz, diputado del Congreso capitalino, en el que preside la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana y Vivienda.

"En materia de desarrollo urbano, sí tenemos que hacer algunos cambios. Me parece que ha habido y excesos, y estos excesos han sido por la complejidad y la discrecionalidad de las leyes", dice en entrevista, en el marco del Encuentro Expansión recientemente dedicado a este tema.

"No es lo mismo que veas un certificado de uso de suelo y que lo que diga es lo que es, a que de repente te encuentres unas letras chiquitas que se vuelven discrecionales: que si te pueden dar un polígono de actuación, que si puede ser un Sistema de Actuación por Cooperación, que si te pueden transferir potencialidades...", advierte el legislador del PES.

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El que haya un funcionario que discrecionalmente autorice o no autorice un polígono puede llevar a la corrupción".

El diputado considera que autorizar grandes desarrollos por encima de los usos de suelo y los Programas Delegacionales es injusto para quienes habitan donde se realizan las obras, pues estas afectan el acceso al agua, la movilidad y los espacios públicos.

"Después, si otro vecino quiere vender o quiere construir, ya está reventada la infraestructura de la colonia. Entonces, en vez de que el patrimonio crezca, (los desarrollos) se comen la utilidad de la colonia", argumenta Aboitiz, quien fue secretario de Obras en la capital durante el sexenio de Marcelo Ebrard (2006-2012).

Al mismo tiempo, dice, los recursos de mitigación que pagan las desarrolladoras son usados para otros rubros y no para mejorar las condiciones de la colonia que recibió el impacto de un gran desarrollo inmobiliario.

"Lo que hace el gobierno es que ese dinero se lo lleva a la gran bolsa de la ciudad y lo ejerce en el presupuesto, en todo", explica el diputado, y agrega que sería mejor que esos fondos se emplearan en reencarpetar calles, cambiar banquetas o arreglar parques de las colonias que reciben obras.

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Si lo viéramos como un tema netamente económico, todos los vecinos de una colonia son socios porque pagan sus impuestos para mantenerla".

Para Aboitiz, el modelo de torres de 20 pisos con departamentos y espacios comunes privados provoca, además de una fuerte carga en la demanda de servicios y de movilidad, la fragmentación y el aislamiento de las comunidades.

"Lo que funcionan son edificios de menor altura con comercio en planta baja, que haya vida de barrio, que la gente se pueda encontrar en el mercado, en los locales comerciales de los propios vecinos o en el parque. Eso es lo que hace un tejido social", sostiene.

Pero si aún abundan las construcciones irregulares, con pisos extra y que exceden los metros autorizados para edificar, advierte, es debido a que la vigilancia de las obras tiene un enfoque punitivo y no correctivo, algo que se debe modificar.

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Por ello, dice Aboitiz, algunas empresas inmobiliarias siguen construyendo a pesar de tener sellos de suspensión o clausura, para después usar amparos y recursos legales con el fin de regularizar y vender sus desarrollos.

"Me parece que lo que deberíamos hacer es generar un modelo distinto en el que digas: si eres un gran desarrollo, debe haber una verificación permanente de lo que estás haciendo", detalla el diputado local.

"(En cambio) si eres un desarrollo pequeño, lo que debes hacer es reportar a la autoridad cómo va el avance de tu obra, pero ya no es de buena fe, sino un reporte de una declaración ante la autoridad. Es decir, que si a mí como autoridad me declaraste una cosa y construiste otra, es falsedad de declaración y te vas a la cárcel", plantea el legislador.

Para transformar esto, Aboitiz tiene en mente una propuesta para desde el Congreso capitalino modificar las sanciones a las empresas desarrolladoras. Esto, a la par de que los legisladores también trabajan en un proyecto de dictamen sobre la nueva Ley de Planeación que tendrá la ciudad.

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