"Lo único que puedo decir es que no estoy aquí por mi voluntad, nos sacaron de la oficina y nos obligaron a venir", dijo uno de los participantes del "cinturón de paz", quien aseguró trabajar en Tesorería y se negó a dar su nombre.
Por primera vez, el gobierno de la Ciudad de México empleó a voluntarios y funcionarios locales para resguardar la marcha del 2 de octubre, mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se mantuvieron en las calles aledañas.