2 de octubre: miles exigen justicia entre un asediado “cinturón de paz”

A la marcha arribaron colectivos de estudiantes de distintas escuelas y los 12,000 elementos del "cuerpo de paz" que solicitó el gobierno capitalino para evitar conflictos.

Altas vallas de metal fueron colocadas en las calles aledañas al Zócalo para resguardar establecimientos de la zona así como de otras calles ubicadas en la ruta de la marcha para evitar destrozos, como ha ocurrido en anteriores manifestaciones. Gran parte de los comercios bajó las cortinas.

Los miles de ciudadanos que salieron a calles de la capital del país recorrieron la avenida Ricardo Flores Magón, luego el Eje Central Lázaro Cárdenas y avanzaron por la avenida 5 de Mayo
para ingresar a la Plaza de la Constitución.

El grueso del contingente avanzó en medio del cinturón de seguridad, que una que otra vez los acompañaban en sus consignas. Detrás del cerco humano, en algunos tramos había elementos de seguridad que permanecían inertes ante el paso de los manifestantes.

Alrededor de las 17:10, la vanguardia ingresó al Zócalo, donde personas con playeras blancas rodearon la plancha mientras una banda sinfónica tocaba el “Cielito lindo”.

El asedio al "cinturón de paz"

Las vallas humanas del "cinturón de paz" se rompieron en la primera agresión realizada por el llamado “bloque negro”, cuando destrozaron con martillos el anuncio de un puesto de periódicos en Eje Central Lázaro Cárdenas y 5 de Mayo.

Formado por unos 100 jóvenes vestidos de negro y con la cara cubierta, el grupo destruyó puestos metálicos de venta de revistas, realizó pintas y lanzó basura a los policías que formaban una valla en el Callejón del Libro.

Quienes formaban el "cinturón de paz" –funcionarios de alcaldías y gobierno central así como voluntarios– se retiraron ante las primeras agresiones, dejando descubiertos los accesos a calles secundarias.

La situación subió de tono a partir de Bolívar, cuando arrojaron petardos a los uniformados, quienes se limitaron a protegerse con escudos y apagar fuego con extintores. Esto se repitió en Motolinía, Isabel la Católica y la calle de Palma hasta llegar al Zócalo.

A la entrada a Plaza de la Constitución un hombre fue herido en la cabeza. "Los anarquistas me golpearon", acusó. Fue atendido sobre la banqueta por miembros de la Brigada Marabunta, sin que intervinieran elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Luego, se agruparon frente a la Catedral Metropolitana, donde intentaban intimidar a representantes de la prensa para que no tomaran fotos y videos hasta que intervinieron de nuevos miembros de la Brigada Marabunta.

Después los miembros de "bloque negro" se dispersaron entre el resto de los asistentes al mitin.

Según el gobierno de la Ciudad de México el cinturón de paz cumplió con el propósito.

"Ciudadanos y 12 mil servidores públicos de diversas dependencias del Gobierno capitalino implementaron un 'Cinturón de paz', lo que permitió acompañar exitosamente la marcha y contener la violencia, agresiones o provocaciones", destacó en un comunicado.

No más impunidad

Los integrantes del Comité del 68 hicieron pase de lista de sus compañeros que ya no están presentes y recordaron que justo a las 18:10 del 2 de octubre de 1968 inició el ataque contra los estudiantes, ataque que años después fue calificado por tribunales internacionales como genocidio.

Felix González Gamundi afirmó que ese día renancieron y acordaron que si sobrevivían lucharían todos los días por un México democrático.

"Lo que ocurrió ahí es que se comenzó a construir una historia de victorias (...) logró sembrar la semilla de la voluntad", afirmó ante los ciudadanos congregados en la Plaza de la Constitución.

María Herrera, madre de cuatro personas desparecidas y miembro de la Red de Búsqueda de Desaparecidos, afirmó que ante la impunidad y falta de gobernabilidad continua lucha.

“Los invito a seguir unidos y hacerle entender al gobierno que quien manda es el pueblo”, dijo.

Bernardo Campos, papá del normalista desaparecido José Ángel Campos Cantor, advirtió que los padres de los estudiantes no van a dejar de exigir justicia. “Aquí seguimos gritando a cinco años y seguiremos en la misma lucha hasta saber la verdad”, dijo.

Víctor Manuel Zavala, representante de la CNTE, advirtió que seguirán luchando contra las consecuencias de la “mal llamada reforma educativa" y todas las reformas estructurales que emprendió el expresidente Enrique Peña Nieto.

Cerca de las 18:30 terminó el mitin, con el mensaje de González Gamundi señalando que no se quiere ni un agravio más, ni un Ayotzinapa más. ¡Alto a la impunidad!, sentenció.