Publicidad
Publicidad

#ColumnaInvitada | Urge romper mitos económicos

Es urgente confrontar ideas económicas erróneas, falaces o sesgadas, que han sido muy nocivas.
vie 02 mayo 2025 06:00 AM
jovenes-empleo-informal
Generalmente se confunde la informalidad laboral que afecta al 56% de la población ocupada, con evasión fiscal, cuando en realidad se trata de trabajos precarios: sin seguro social, sin derechos laborales, apunta Rogelio Gómez Hermosillo.

Los nubarrones del contexto económico internacional presagian grandes turbulencias para México, pero también están trayendo vientos refrescantes de cambio a la economía como disciplina científica. En México falta romper mitos que han hecho mucho daño.

A nivel global, Jeffrey Sachs y Leonardo Becchetti, líderes de un grupo de economistas convocado hace algunos años por el Papa Francisco, plantearon hace unos días puntos clave para la renovación de la teoría económica ante las nuevas realidades globales por las barreras al comercio internacional impuestas por Trump. (Abril 13, 2025, en Avvenire ).

Publicidad

En México, Santiago Levy, desde otro ángulo, alerta sobre el riesgo de otra década perdida para México e inicia invitando a “identificar las ideas que han obstruido nuestro desarrollo y cambiarlas con pragmatismo y celeridad. No se trata de abandonar nuestros objetivos de construir una sociedad más próspera e igualitaria, sino de reconocer que a menos que cambiemos de ideas, esos objetivos serán inalcanzables y que podemos experimentar un retroceso sustancial” (Nexos, Abril 23, 2025).

Sin pretender la profundidad de esos pensadores, desde nuestro rol como organización de la sociedad civil, coincidimos en la urgencia de confrontar ideas económicas erróneas, falaces o sesgadas, que han sido muy nocivas.

Con motivo del Día Internacional del Trabajo, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza -que conmemora 10 años de su creación- elaboró “ Rompemitos. Evidencias para enfrentar las raíces laborales de la pobreza ”, que enlista varias de estas nociones erróneas y confusiones que contribuyen a justificar la pobreza creada desde el sistema laboral.

Se resumen en tres ideas-fuerza que han hecho muy daño:

1) La primera es que “pagar bajos salarios es una buena medida económica”. Muchas personas consideran que la competitividad de México debe estar basada en bajos salarios. Hay ambientes empresariales que consideran correcto pagar salarios bajos para reducir costos, y se amparan en la máxima de que la productividad es “hacer más con menos”. En la práctica muchos piensan que el trabajo es una mercancía y que su precio (el salario) se fija de manera “natural” por la ley de la oferta y la demanda.

Estos mitos justifican como algo normal que 36% de las personas con trabajos formales registrados en el IMSS tengan salarios de pobreza, menores al costo de dos canastas básicas.

2) La segunda noción errónea muy difundida es que “en México no hay desempleo”. Esta idea afecta sobre todo a mujeres y jóvenes sin trabajo.

Es una confusión pues desocupación no es lo mismo que desempleo. La desocupación afecta a 1.6 millones de personas, pero además hay al menos otras 5.5 millones que tampoco tienen trabajo. No se les considera desocupadas, únicamente porque no buscaron trabajo la semana anterior. Están disponibles, necesitan trabajar, pero están desalentadas a seguir buscando porque saben que no pueden conseguirlo, es desempleo oculto.

Además, hay más de 13.5 millones de mujeres que ni siquiera pueden salir a buscar trabajo, por realizar labores de cuidado en su hogar, sin remuneración, es la exclusión por género, pues no cuentan con servicios públicos de cuidado.

3) La tercera idea nociva sin sustento es que “los trabajos informales son personas que no quieren pagar impuestos”. Generalmente se confunde la informalidad laboral que afecta al 56% de la población ocupada, con evasión fiscal, cuando en realidad se trata de trabajos precarios: sin seguro social, sin derechos laborales.

Publicidad

Además se cree que los trabajos informales están solo en los “changarros” y el comercio callejero, cuando también los hay en grandes empresas y hasta en el gobierno, por ejemplo en trabajos de empresas transnacionales que manejan aplicaciones tecnológicas para reparto de alimentos o transporte de personas.

Todas estas ideas hacen daño en la vida real, no es sólo un asunto académico, son nociones que se aplican en la toma de decisiones del gobierno y muchas empresas.

El “Rompemitos” de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza va a confrontar estas ideas erróneas, una por una, con base en evidencia rigurosa. Debe quedar claro: el trabajo es un derecho humano, las y los trabajadores son personas con derechos no recursos ni mucho menos mercancías.

____

Nota del editor: Rogelio Gómez Hermosillo es Presidente Ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Publicidad

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

MGID recomienda

Publicidad