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#ColumnaInvitada | ‘Nearshoring’, de la planificación a la realidad

El gobierno federal haría bien en recordar que una buena política pública debe ser flexible y adaptarse a las coyunturas que se le presentan.
mar 19 diciembre 2023 06:01 AM
Política industrial en México para aprovechar la relocalización
A pesar de las buenas intenciones y la identificación acertada de oportunidades, el Sur-Sureste sigue esperando estímulos a la altura de sus necesidades, considera Luis Felipe Alcántara Pozos.

A raíz de los cuellos de botella en el comercio internacional originados en 2018 por la disputa comercial entre China y Estados Unidos, y agudizado por la pandemia de Covid-19 y el conflicto bélico en Ucrania, las empresas optaron por relocalizar sus cadenas de suministro en lugares más cercanos de los centros de consumo, y en países geopolíticamente más afines. México, gran beneficiado de este fenómeno conocido como nearshoring, comenzó el sexenio abanderando el discurso de “progreso con bienestar”, anteponiendo el desarrollo del Sur-Sureste sobre las ventajas comparativas del Norte del país. La presente columna invita a reflexionar sobre los avances en materia de atracción de inversiones de tal decisión política.

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En el primer año de la actual administración federal se identificó con claridad la necesidad de fomentar el desarrollo económico en el Sur-Sureste mexicano, plasmándose esta visión en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. En específico, el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec se diseñó con el objetivo de impulsar el crecimiento de la economía en la región, por medio de la atracción de inversión privada para desarrollar el Corredor Multimodal Interoceánico para la movilización de mercancías.

Adicionalmente, durante 2023 se emitieron las Declaratorias, Decretos y Lineamientos bajo los cuales los Polos de Desarrollo para el Bienestar ofrecen incentivos económicos para aquellas empresas que busquen instalarse dentro de la zona referida. Concretamente, los beneficios fiscales y facilidades administrativas buscan detonar el desarrollo prioritario de las industrias eléctrica y electrónica, de semiconductores, automotriz (electromovilidad), farmacéutica y petroquímica.

Por medio de una metodología desarrollada por Integralia Consultores, se identificó, de enero a noviembre de 2023, 196 anuncios públicos de inversión relacionados con el nearshoring en México, con un valor de 49,890 millones de dólares. Dichas inversiones se centran principalmente en las industrias de energía, automotriz, inmobiliaria, siderúrgica y electrónica.

En la coyuntura del nearshoring, las regiones Norte y El Bajío poseen una ventaja comparativa respecto al resto del país, la cual se refleja en los anuncios de inversión por parte de Tesla y LGMG Group en Nuevo León, Grupo DEACERO en Coahuila o México Pacific Limited en Sonora. No obstante, ante los esfuerzos de la administración federal por fomentar la inversión en la zona del Istmo de Tehuantepec, sorprende el abismal contraste con el Sur-Sureste mexicano: de los 196 anuncios registrados, únicamente tres (el 1.53%) se han realizado en los estados de Oaxaca, Tabasco, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que en su conjunto equivalen al 3.55% del total de la inversión anunciada atribuible al nearshoring en México.

Si bien se han anunciado inversiones en el Sur, como la de Heineken, en Yucatán, éstas buscan fundamentalmente atender al mercado local, y su ubicación no tiene como principal finalidad hacer uso de las ventajas comparativas en materia de logística que ofrece el Corredor Multimodal Interoceánico para la exportación o movilización de mercancías. De igual forma, los anuncios de inversión, con pocas excepciones, no se realizan por aquellas industrias consideradas como prioritarias en las consideraciones de los Decretos por los cuales se fomentan incentivos económicos al interior de los Polos de Desarrollo para el Bienestar.

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Con lo anterior en consideración, cabe cuestionar la decisión federal de priorizar el desarrollo del proyecto del Istmo de Tehuantepec como una política de atracción de inversiones, pues su diseño parece desestimar el efecto preponderante del nearshoring en el norte del país: ¿son suficientes los estímulos?, ¿se atrae a las empresas objetivo?, ¿nos encontramos discutiendo nuevamente la efectividad del libre mercado sobre la planificación estatal?

La respuesta parcial a estas preguntas es que el diagnóstico fue acertado: el Sur-Sureste mexicano tiene un potencial económico considerable y un rezago histórico de urgente atención. No obstante, es debatible la efectividad de las medidas empleadas ante la coyuntura del nearshoring. A pesar de las buenas intenciones y la identificación acertada de oportunidades, el Sur-Sureste sigue esperando estímulos a la altura de sus necesidades. El gobierno federal haría bien en recordar que una buena política pública debe ser flexible y adaptarse a las coyunturas que se le presentan.

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Nota del editor: Luis Felipe Alcántara (@LuisFAlcant) es Consultor de la Unidad de Energía, Sustentabilidad y Petroquímica, en Integralia Consultores (@Integralia_Mx). Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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