El domingo 23 de julio los españoles eligieron a los integrantes del Congreso de los Diputados y el Senado. El Partido Popular (PP, centroderecha) se convirtió en la primera fuerza política con el mayor número de diputados (136), con un 33% de los votos y 47 escaños más que los obtenidos en las elecciones generales de noviembre de 2019. Sin embargo, quedó lejos de la mayoría absoluta necesaria para conformar gobierno (176 escaños), incluso en alianza con el partido de extrema derecha, Vox, que obtuvo 33 escaños.
#ColumnaInvitada | Saldos de las elecciones del 23 de julio para España y México
El gobierno de López Obrador ha propiciado una de las peores crisis bilaterales de la historia reciente, pese a que podría pensarse que el actual gobierno español es más cercano ideológicamente.
Publicidad
Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE, centroizquierda) se convirtió en la segunda fuerza, con 32% de los votos y dos escaños más (122) que en 2019. Contrario a lo esperado, el PSOE estaría más cerca de formar gobierno junto con la alianza de izquierdas, Sumar, que obtuvo 31 escaños. No obstante, tendría que incluir a varios partidos nacionalistas en su coalición de gobierno.
De esta manera, ninguno de los bloques alcanzó una mayoría clara para formar gobierno, lo que genera incertidumbre y da inicio a un periodo de negociaciones con un inminente bloqueo político que podría terminar por obligar a nuevas elecciones generales.
La resistencia de la izquierda
A pesar de que las encuestas subestimaron al PSOE, al final se dio uno de los mejores escenarios posibles para el partido del presidente Pedro Sánchez. Contra todo pronóstico, el llamado a elecciones anticipadas frenó un triunfo decisivo de la derecha y la extrema derecha en España, lejos de la tendencia de países europeos como Italia y Suecia. Aunque el PSOE quedó en segunda posición, sus posibilidades para formar gobierno son ligeramente mejores que las del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que pasó de ser el “futuro presidente” a un “ganador” sin margen de maniobra.
En el pasado, Pedro Sánchez ha formado alianzas con otros partidos para la aprobación de algunos proyectos de su gobierno y, en contraste con otros líderes más confrontativos, Sánchez redujo las tensiones con los independentistas. Aún es incierto si el PSOE será capaz de formar una coalición de gobierno. Lo cierto es que el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y el partido independentista Junts per Catalunya tienen un papel decisivo para evitar un bloqueo que derive en una crisis de gobernabilidad.
¿Qué sigue?
Los próximos días serán determinantes en la vida política española. El próximo 29 de julio se conocerá el recuento definitivo de las elecciones y el 17 de agosto se constituirán las Cortes Generales que intentarán pactar los apoyos necesarios. Es probable que ninguno de los candidatos consiga la investidura y se repita lo vivido en 2016 y en 2019, es decir, que el Rey disuelva las Cortes y se convoquen nuevas elecciones generales, aunque algunos analistas consideran que Sánchez sí podría lograr una nueva coalición de gobierno, lo que evitaría ese escenario.
¿Qué va a pasar con la relación entre México y España?
Pedro Sánchez continúa al frente del gobierno español mientras se determina la composición del nuevo gobierno o la ruta hacia nuevas elecciones. Por el momento, este es el escenario menos problemático para la relación entre México y España que, de acuerdo con el presidente López Obrador y la canciller Alicia Bárcena, sigue “en pausa".
Si el gobierno mexicano no ha podido lograr un entendimiento con el partido en el poder, hacerlo con el PP o Vox sería todavía más difícil. A pesar de que el presidente López Obrador ha reiterado que la mejor política exterior es la interior, para México, España es la puerta a Europa, así como México es la puerta de España a Latinoamérica.
En fechas recientes Alicia Bárcena sostuvo reuniones con el embajador de España en México, Juan Duarte, en el marco de la nueva presidencia de España en el Consejo de la Unión Europea (UE) y con los miembros europeos de la Comisión Parlamentaria Mixta México-UE, en la Cumbre UE-Celac. Estos acercamientos son una buena señal en medio del proceso de modernización del Acuerdo Global México-UE, que vincula a nuestro país con Europa en temas de comercio e inversión.
Publicidad
La intención era que el Acuerdo entrara en vigor durante la presidencia española, en el segundo semestre de 2023; sin embargo, es posible que, si se repiten las elecciones generales, la firma del Acuerdo se posponga y que el papel de España durante su presidencia en el Consejo de la UE se vea disminuido, al estar sumergida en un proceso electoral que será su prioridad.
Ante la complejidad por la que atraviesa España, el rumbo de la relación bilateral con México es incierto. El gobierno del presidente López Obrador ha propiciado una de las peores crisis bilaterales de la historia reciente, pese a que podría pensarse que el actual gobierno español es más cercano ideológicamente.
Alicia Bárcena declaró que después del 23J retomaría conversaciones con representantes del Estado español, pero el futuro político de España es ambiguo, por lo que el futuro de su relación con México lo es aún más. En tanto, el presidente López Obrador sigue utilizando el nacionalismo como parte de su discurso electorero rumbo a 2024, lo que podría empeorar la situación.
______________________
Nota del editor: Ana Karen Aguayo (@akarenaguayo) es consultora política en Integralia (@Integralia_MX). Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
Publicidad
Más acerca del autor:
MGID Recomienda
Newsletter
Publicidad