No hay grandes sorpresas y en cierto sentido es inercial, se le seguirá dando prioridad a los proyectos estelares de este gobierno como lo es el Tren Maya, la Pensión del Bienestar para Adultos Mayores y el Aeropuerto de Santa Lucía.
Como en casi todos los gobiernos, se tiene una visión optimista en las variables económicas con un crecimiento del 4.1% para el 2022 cuando lo estimado para el año que entra será alrededor del 3-3.5%. A pesar de que estiman un déficit primario de -0.3% se debe a que incorporan un componente de inversión dado que tienen proyectos clave de infraestructura que impulsarán la economía.
Se debe reconocer que la deuda como proporción del PIB no la ha elevado tanto el gobierno del presidente López Obrador para el 2022 mantenerla el 51% del PIB. Para este 2021 esperan terminar también en 51% del PIB pero siempre y cuando se dé un crecimiento del 6.4% en la economía y puede ser un poco optimista. Es sin duda una buena señal que este gobierno envía hacia los inversionistas, el manejo responsable de las finanzas públicas y no se están sobreendeudando.
El principal riesgo de este paquete económico es si no se llegan a cumplir las metas de crecimiento económico porque si en el 2022 se crece solo al 3% el balance primario pasaría al -1.5% siempre y cuando no se hicieran recortes al gasto y la deuda pública estaría en niveles del 51.2%.