Los resultados de las elecciones provocarán una reacción de los grupos criminales que buscarán a toda costa reclutar y cooptar a los candidatos ganadores, para poder infiltrar a los futuros gobiernos imponiendo funcionarios en puestos clave, como la seguridad pública municipal y estatal y desde esas posiciones de poder consolidar los proyectos regionales criminales.
Por otra parte, de las 15 entidades federativas que renovarán la gubernatura, los candidatos electos deberán preparar la estrategia de seguridad que implementarán para tratar de contener el fenómeno criminal, así como seleccionar a las personas que integraran la estructura del gabinete de seguridad, aspecto que no es menor dentro de los trabajos de la sucesión, ya que uno de los factores del fracaso en el combate a la criminalidad es la tremenda ineptitud de los funcionarios designados para esta tarea, toda vez que la fórmula para designar a los jefes de Policía siempre es la misma, políticos convertidos en policías, amigos o compadres convertidos en policías o en el peor de los casos inexpertos convertidos a policías.
La función policial es una actividad compleja, por lo técnico de la labor policial y por el descrédito de las corporaciones policiacas de todo el país, cuando un funcionario sin experiencia ni conocimientos policiales es designado en estos puestos, inevitablemente pasará por una curva de aprendizaje, que concluirá aproximadamente a los 2 años de haber asumido el cargo, tiempo excesivo tomando en cuenta que los ciudadanos sufren en el día a día, las manifestaciones más violentas de la criminalidad y esperan una respuesta inmediata de las autoridades.
El punto de partida en la seguridad pública es el municipio, es la policía de proximidad por excelencia, la policía que está llamada a formar comunidad, sin embargo, reflexionemos ¿cuántos presidentes municipales se reeligieron y en sus municipios ya se vivía una grave crisis de seguridad? La respuesta a esta interrogante es básica, porque en estos ayuntamientos las cosas seguirán exactamente igual; crisis, inseguridad y violencia generalizada.
Finalmente, los actores que podrían marcar una diferencia en la formulación de políticas públicas en seguridad son los diputados federales y locales que integrarán la siguiente legislatura del Congreso de la Unión y Congresos Locales, estos representantes podrían marcar la diferencia en el combate a la criminalidad, creando y reformando el marco jurídico necesario para dotar a las fuerzas federales y estatales, de las herramientas necesarias para enfrentar a la delincuencia, de antemano sabemos que no harán la diferencia, porque no han efectuado el diagnostico del problema para entender la estructura y dinámica de las organizaciones criminales, si tuvieran el resultado a estas interrogantes podrían crear, mejores modelos de política pública para afrontar el problema.