Faltan 15 días para la elección mas grande y más importante que haya tenido México, están en juego miles de cargos de elección popular, lo que ha desatado diversos intereses legales e ilegales de los actores políticos y grupos de poder de facto, que han visto en el proceso electoral 2021, un jugoso negocio al cual deben de controlar, manipular, incidir, pero nunca desaparecerlo o impedirlo.
La delincuencia organizada se diferencia de los grupos terroristas, porque no buscan obtener el poder político oficial, lo que buscan es enquistarse como un parásito en la estructura gubernamental, para que a partir de ahí puedan realizar con total tranquilidad sus operaciones ilícitas al amparo de la protección oficial. Diversos actos de violencia electoral han estremecido al país; sin duda el que mas causó conmoción, fue el asesinato de Abel Murrieta, candidato por Movimiento Ciudadano al Ayuntamiento de Cajeme, Sonora, ocurrido a plena luz del día en céntricas calles de aquella ciudad, ante la mirada atónita de sus simpatizantes, hecho que quedó inmortalizado en un video grabado por un transeúnte en el que se aprecia al candidato tirado en el piso, ensangrentado y al lado de él, una mujer ondeando una bandera de Movimiento Ciudadano, que a pesar del cubre bocas se le ve nerviosa, afligida y llorando, sin embargo, fue tal su conmoción que no dejaba de ondear la bandera.