A través de las redes sociales y en los chats de whasapp, se viralizaron un sin fin de comentarios y memes. Desde los que le deseaban pronta recuperación, entre los que destacaron Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Nicolás Maduro; hasta los antagonistas que aprovecharon la ocasión para criticarle por la mala gestión ante la pandemia. Sobresalieron las teorías de conspiración. Hubo quienes dijeron que la enfermedad era un distractor pues de hecho ya se había vacunado. También los que cuestionaron a quien podría haber contagiado en los últimos días al tener contacto. Otros dijeron que lo mismo hizo Trump en tiempo electoral y hasta quienes subrayaron que se lo merecía por no promover ni usar cubrebocas. El caudal de mensajes que volvió a dejar clara la crisis que vive nuestra sociedad, provocada por la polarización imperante.
El contagio a AMLO coincidió con el de Carlos Slim, el hombre más rico de México. El hecho de que un empresario del tamaño de Slim y el propio presidente de la República se hayan enfermado, traerá importantes consecuencias en el sentir colectivo, en la forma en que los mexicanos entienden la pandemia y sobre la necesidad de contar con vacunas suficientes.
Al día de hoy se contabilizan poco más de 150 mil muertes, aunque hay quienes aseguran que esta cifra es tres veces mas, lo que podría significar 450 mil. Hoy la gente está preocupada en saber si las capacidades y logística que implemente el gobierno mexicano permitirán llevar la vacuna a toda la población. La gente exige respuestas ¿Se cuenta realmente con los recursos suficientes para cubrir el pago? ¿Cuantas vacunas se van a entregar? ¿Qué personal estará en la trinchera para implementarlas?, ¿Cuanto tiempo nos llevará implementarla? Las dudas se incrementan, especialmente por el contraste obligado que se hace frente a las acciones implementadas ya en Estados Unidos.