Lamentablemente, México ha sido la “piñata favorita” de Trump desde que es candidato; sin embargo, López Obrador no ha mantenido un margen de respeto a dichas elecciones. En pleno proceso electoral viajó a Estados Unidos por una supuesta visita de trabajo que no era otra cosa más que un viaje de apoyo.
El presidente mexicano, presume de mantener “muy buena” relación con el gobierno actual de la Casa Blanca, pero en un universo paralelo, porque la realidad es que Trump no deja de ser insolente en contra de nuestro país.
El sistema electoral de Norteamérica es muy distinto al nuestro, a pesar de que todos participan, hay estados que tienen mayor peso que otros. Es una moneda al aire porque el candidato más popular no es el que siempre gana.
Tenemos claro que, si Trump es reelecto, la tendencia es que la relación México-EUA siga igual. Evidentemente, con cualquier gobierno sin importar quien lo encabece, nuestro país deberá buscar tener una relación cordial y diplomática, aunque nunca agachando la cabeza.
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Nota del editor: La autora es senadora del PAN; preside en esa cámara la Comisión de Derechos Humanos.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.