Ante las voces que sugieren que México imite a otros países de América Latina porque tienen una posición favorable para superar el subdesarrollo, están equivocados sobre todo porque hay países que están haciendo todo lo posible por destruir su economía como Argentina, Venezuela y Ecuador, entre otros.
La razón es muy simple, están regresado a políticas económicas que ya demostraron que fracasaron, como el proteccionismo, el prohibir el libre mercado, atacar la iniciativa privada y problemas de inflación.
En México, si bien todavía tenemos gobiernos que electoramente han ganado por la mayoría de los votos, no es suficiente para generar confianza y certidumbre. La democracia es solo un camino para llegar al poder, pero al momento de ejercerlo es necesario tener políticas públicas y económicas que sean creíbles.
¿Es razonable el ataque sistemático que se hace contra las empresas cuando justamente ellas pueden ser parte de la solución en la mayor crisis económica en muchos años? Esta retórica antiempresarial que tanto trabajo ha costado abandonar en América Latina al parecer en México ha regresado. Sin embargo, lo que no terminan por comprender algunos políticos es que en pleno siglo XXI hasta China y Vietnam ha favorecido con un discurso más amigable hacia la inversión porque saben que sin confianza simplemente no invierten.