En marzo, ya con la crisis del coronavirus en su apogeo, los mexicanos desafiaron cualquier pronóstico para enviar la mayor cantidad en remesas desde el 2003: más de 4 mil millones de dólares en un solo mes. Es una hazaña titánica. Y mucho más cuando se toma en cuenta la gravedad del drama por el que atraviesan muchos.
El miércoles 6 de mayo, el Washington Post publicó una encuesta que revela con toda claridad el calibre del colapso de la vida en Estados Unidos de millones de mexicanos. El sondeo encontró que ningún grupo ha sufrido tanto los estragos de la crisis como los hispanos: 20% de los hispanos dijeron haber perdido su empleo o sufrido una reducción considerable de horas de trabajo en las últimas semanas. Eso equivale a casi el doble del desempleo entre los blancos y al menos seis puntos porcentuales más que la comunidad afroamericana, que también está sufriendo de verdad.
El problema para los hispanos se complica porque, como también revela la encuesta del Washington Post, ningún grupo recibe menos ayuda o estímulo económico. Así, los hispanos son los más golpeados por la crisis y a los que más se deja a su suerte en una coyuntura brutal.