Al hacer un balance de los cambios registrados en México a un año del triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que lo convirtió en presidente de la República, hay algunos temas que son motivo de controversia. Entre los más significativos está, sin duda, el fenómeno de las personas migrantes. Pasamos de una prometedora agenda de colaboración y apertura con América Latina a una agenda de seguridad nacional, algo absolutamente contrario a lo que se anunció al inicio de su gobierno.
El compromiso fue abordar la movilidad de personas con una perspectiva de derechos humanos, dando trato digno a quienes migran o buscan refugio, de acuerdo con la normatividad nacional o los pactos y tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano.