OPINIÓN: Un debate de poca calidad, más de acusaciones que de propuestas
Nota del editor: Alfredo Coutiño es director para América Latina en Moody’s Analytics. Lo puedes seguir en Twitter como @AlfredoCoutino. Las opiniones en esta columna son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.
(ADNPolítico) — El segundo debate presidencial se quedó corto con respecto a las expectativas de la mayoría de los mexicanos. Además de que resultó árido en cuanto a los temas tratados, también careció de ideas y sobre todo de propuestas concretas de parte de todos los candidatos. Los contendientes presentaron ideas bastante dispersas, poco coordinadas, dejando la sensación de que no estaban preparados con respuestas precisas a los temas y a las preguntas planteadas.
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El ataque entre los candidatos fue la característica común, al igual que en el primer debate. De hecho, una gran parte del tiempo se utilizó en acusar y cuestionar, y poco tiempo a responder y sobre todo a dar respuestas y propuestas serias a los temas centrales del debate: comercio externo e inversión, seguridad fronteriza y migración.
A pesar de que la mayoría de los temas fueron controversiales, en dos hubo un acuerdo común entre los candidatos: defender la dignidad de los mexicanos frente a las humillaciones del presidente estadounidense Donald Trump y proteger los derechos de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. En ello, mientras José Antonio Meade planteó una defensa sin bravuconadas y a través del uso de la diplomacía, el resto de los candidatos coincidió en dar respuestas fuertes y concretas a las acusaciones y amenazas de Trump.
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En el tema de comercio exterior, las ideas concretas brillaron por su ausencia, más allá de enfatizar el viejo tema de continuar con los acuerdos comerciales por parte de Meade. AMLO declaró su apoyo a continuar con el TLCAN, mientras Ricardo Anaya propuso poner todos los temas sobre la mesa de negociación. Meade propuso la continuación de la apertura comercial al mismo tiempo que promover la inversión extranjera en el país, temas importantes pero nada nuevos.
nullAMLO aseguró que en caso de ganar las elecciones no habrá guerra comercial con el gobierno de Trump, aunque propone renegociar lo ya negociado en el TLCAN. Estuvo totalmente de acuerdo con la idea de aumentar el salario mexicano en el marco del acuerdo comercial trilateral. Por su parte, Anaya respondió que a Trump hay que enfrentarlo con firmeza, y también estuvo de acuerdo en aumentar el salario, de hecho propuso elevarlo de golpe a 100 pesos y después ajustarlo gradualmente.
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En materia de seguridad fronteriza y protección a los migrantes no hubo propuestas de contenido sino solo generales, como la de utilizar la red de consulados mexicanos para defender los derechos de los mexicanos en el exterior y acudir a instancias internaciones como la ONU.
En cuanto a las preguntas de cómo apoyar al talento migrante, retenerlo en el país, o bien incentivarlo a que regrese, se plantearon ideas que son más que nada buenos deseos y no soluciones reales a los problemas. Como es el caso de crear más empleo, una idea loable pero sin mucho atractivo mientras el salario que se ofrece no es suficiente para desestimular al trabajador a cruzar la frontera.
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En general, la impresión que dejaron los candidatos fue la de un debate de poca calidad, más de acusaciones que de propuestas. Meade no logró sobresalir ni supercar la idea de ser un candidato atado al PRI y volvió a repetir su sueño de convertir a México en potencia. Anaya volvió a dejar la imagen de ser bueno para el discurso, utilizando las acusaciones más que proponiendo soluciones, lo cual le resta seriedad.
AMLO fue esquivo a las acusaciones, dio la imagen de no tener respuestas a las preguntas y recurrió a las banderas de campaña: corrupción, autoridad moral, etc. Jaime Rodríguez 'El Bronco', además de no contribuir con propuestas para un debate de altura, no fue más allá de su idea de potenciar al campo.
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El debate dejó mucho que desear y da la impresión de que no arrojó un candidato ganador. De hecho, el debate no da elementos para pensar que pudiera alterar significativamente los resultados de las encuestas de preferencias de los votantes en los próximos días.
México necesita propuestas concretas y soluciones efectivas para la ya añeja problemática nacional en todos los ámbitos: pólitica, economía, y sociedad. Desafortunadamente, los debates hasta ahora no han contribuido a esclarecer las propuestas concretas de cada candidato a la presidencia de la república.
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