¿Cómo surgió el día del abuelo?
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) detalla que en 1982 se decretó conmemorar, a nivel internacional, el mes de agosto como el de la vejez; y en México se determinó que el día 28 del mismo mes sería considerado como el Día del Abuelo.
En la Ciudad de México se festejó a las personas adultas mayores por primera vez en 1983 y al año siguiente en Monterrey. A partir de 1998 se instituyó en todo el país el 28 de agosto como Día del Anciano, título que fue cambiado posteriormente a Día Nacional del Adulto Mayor.
Existe otra versión que atribuye la fecha al locutor Édgar Fernando Gaytán Monzón, quien supuestamente promovía la fecha en un programa llamado "La Hora Azul", el cual se transmitía en Chihuahua y estaba dirigido a los adultos mayores.
El gobierno del Estado de México recomienda los siguientes puntos para cuidar de los abuelos y abuelas . :
- Cuidar y pasar tiempo de calidad con nuestros abuelos y abuelas no debe ser una carga, sino una oportunidad para mejorar su calidad de vida y al mismo tiempo aprender de ellos, disfrutando de su compañía y experiencia.
- Incentiva su desarrollo intelectual, por ejemplo, empezar nuevos estudios o quizá motivarlos a iniciar un viaje.
- Invítalos a realizar actividades nuevas como aprender a usar nuevas tecnologías, manualidades, realizar el deporte de su preferencia y acorde a sus capacidades para evitar el sedentarismo.
- Fomenta actividades sociales como ir a eventos culturales o artísticos, jugar juegos de mesa con toda la familia, con el propósito de mantener su mente activa.
- Lleva a cabo proyectos o comparte aficiones o momentos especiales con ellos. Esto ayuda a reforzar la relación de cariño y comprensión.
- Trata de regalarle experiencias más que objetos. Recordar algo que hemos hecho nos aporta más bienestar como seres humanos, debido a que las experiencias favorecen la conexión con los demás, conforman nuestra identidad y tienen valores añadidos.
- Evita darles preocupaciones o disgustos. Recuerda que su mejor satisfacción es la de ver a sus hijos e hijas, y familia en general, formarse en comunión y bienestar.