La primavera acaba de ingresar y en la Ciudad de México ya se pueden observar diversas flores que inundan las banquetas, avenidas y calles de las diferentes alcaldías, entre las que destaca ese color violeta de las jacarandas.
La Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX (Sedema) detalla que entre los ecosistemas se encuentran bosques de pinos, encinos, pastizales, matorrales; vegetación acuática y urbana, y zonas agrícolas.
Se encuentra en las orillas de canales de agua, como en Xochimilco. Las ramillas se utilizan en cestería.
Ahuehuete
Se encuentra frecuente en parques y jardines, especialmente en el Bosque de Chapultepec. Crece a la orilla de ríos y son árboles longevos. En 1921 fue declarado "árbol nacional de México".
Dalia silvestre
Algunas especies silvestres se encuentran en la Reserva del Pedregal de San Ángel y en los bosques del sur de la Ciudad. Esta flor fue declarada "flor nacional" en 1963.
Orquídea
En la CDMX se tiene registro de 30 especies nativas que se encuentran en el Pedregal de San Ángel, esta reserva alberga las únicas poblaciones conocidas en el Valle de México.
Tepozán
Este arbusto, nativo de México, es usado dentro de la medicina tradicional para aminorar molestias como inflamaciones, reuma, fiebre, dolor de cintura y cabeza, mordeduras de víboras, tos, diabetes, hemorragia nasal, calambres y cáncer.
Fresno
Crece en laderas de cerros, barrancas y cañadas. Se utiliza como árbol de sombra, como artesanía en juguetes, mangos para herramientas y muebles, entre otros.
Maguey de pulque
Es la especie más explotada para la obtención de pulque. De este ejemplar se obtienen , fibras, medicinas y diversos implementos agrícolas.
Cedro blanco
Originario de México, crece en laderas húmedas de cerros, arroyos, barrancas y huertos familiares. Se utiliza como carbón y pulpa para papel. Se emplea para aliviar dolor de estómago y cabeza y contra la tos y la diarrea.
No. La tradición de admirar las nuevas flores de los cerezos, llamada "hanami" en japonés y que se celebra en marzo en ese país, tiene una réplica en la capital mexicana desde que el paisajista nipón Tatsugoro Matsumoto sembró hace un siglo árboles de jacarandá en sus principales calles, explica a la AFP el historiador Sergio Hernández Galindo.
"El hanami es la fiesta de los cerezos en Japón y nosotros tenemos nuestro hanami que son las jacarandas", afirma Hernández con la acentuación propia de los mexicanos para referirse a esta especie.
"La gente sale y se maravilla con estos colores y con la caída de las flores", añade Hernández, profesor del Instituto Nacional de Antropología e Historia, especializado en estudios japoneses.
Matsumoto, un maestro jardinero que radicó en Ciudad de México en 1896, introdujo jacarandas traídas de Brasil en la década de 1920 como una alternativa a los cerezos, que no florecían a plenitud debido al clima cálido de la capital mexicana.
El paisajista, cuyo trabajo se ganó la admiración del presidente y dictador Porfirio Díaz (1884-1911) y de la élite de su época, también fue responsable de adornar los jardines del suntuoso castillo de Chapultepec -antigua residencia presidencial- y de muchas mansiones del actual barrio Roma, asegura Hernández.
"Esto es un legado de Matsumoto y de la cultura japonesa en general a México, el considerar esa fiesta cuando entra la primavera y se pinta de color violeta tan intenso nuestra ciudad", añade el experto.
La facilidad para reproducirse de los jacarandas ha propiciado que hayan "invadido" las calles de la capital mexicana, dice Hernández, generando un manto lila cuya inmensidad se aprecia mejor desde la altura.