La primavera está en pleno apogeo cuando se recibe a abril, mejor conocido como el mes del niño; sin embargo, hay otras festividades que también se recuerdan en este mes que era el segundo del año en el antiguo calendario romano, antes de que el rey Numa Pompilio añadiera enero y febrero alrededor del 700 a. C.
Aunque el origen de abril no está etimológicamente establecido, se relaciona con el verbo aperire (abrir); esto debido a la asociación de la primavera donde abre la tierra, las flores, entre otros elementos de la naturaleza.