La presidenta señaló que en la llamada telefónica que sostuvo con el estadounidense, acordaron comunicarse nuevamente la próxima semana para finalizar el acuerdo, pues recordó que el 1 de noviembre se cerraría el plazo de tres meses para la aplicación de nuevos aranceles.
"Fue una llamada breve. A mí me interesaba que no llegara el 1 de noviembre sin que nos hubiéramos comunicado y que estuviéramos de acuerdo que nuestros equipos seguían trabajando. Esencialmente fue eso 'nos llamamos en cuanto los equipos terminen lo que están revisando´, y acordamos eso", dijo.
El julio, Estados Unidos anunció un incremento de aranceles a México: 25% sobre autopartes y automóviles, y 50% al acero, aluminio y cobre, los cuales se comenzaría a aplicar el 1 de noviembre.
"Es decir, seguimos trabajando y no hay ninguna situación, por lo pronto, donde pudiera haber el 1 de noviembre algún arancel especial. Digo, siempre, hay lo que pueda ocurrir con el presidente Trump", mencionó.
Explicó que en la llamada ambos reconocieron que tanto México y Estados Unidos van "muy bien en temas de seguridad, migración y comercio", y señaló que pactó con Trump cierrar el acuerdo arancelario antes de que inicien las negociaciones de la revisión del T-MEC.
Loa aranceles de 25% en autopartes y automóviles, y 50% al acero, aluminio y cobre, originalmente entrarían en vigor el 1 de agosto, pero tras una llamada telefónica entre ambos mandatarios, acordaron un plazo de tres meses, por lo que sería el 1 de noviembre.