El avión presidencial cumple seis años volando entre turbulencias políticas

Este 10 de febrero se cumplen seis años del vuelo inaugural de la aeronave, que genera polémica por su costo y por los intentos aún infructuosos del actual gobierno por lograr deshacerse de él.
El avión presidencial se mantiene estacionado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde su regreso a tierras mexicanas.

La mañana nublada del 10 de febrero de 2016, el avión José María Morelos y Pavón tuvo su vuelo inaugural al servicio del entonces presidente, Enrique Peña Nieto. Niños de primaria y secundaria que habían obtenido las mejores calificaciones fueron los pasajeros del primer viaje que realizó a Hermosillo, Sonora, la aeronave que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, describe como “onerosa”, un “exceso” y símbolo de la corrupción que predominó en el “periodo neoliberal”.

A seis años de ello, el Boeing 787-8 Dreamliner se mantiene estacionado, pues no ha logrado ser rifado, intercambiado o vendido, mientras sigue generando costos millonarios a la nación.

Con una capacidad para 80 pasajeros, despacho privado, sala de juntas, una recámara con cama king size, regadera, caminadora, internet de alta velocidad y tecnología de punta, la aeronave fue fabricada en Estados Unidos con

A finales del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), se autorizó la compra de este vehículo, que puede volar 14 horas y media a una velocidad de 954 kilómetros por hora, con una altura de 35,000 pies. El argumento para la compra fue “seguridad nacional”, debido a que en esa administración murieron dos secretarios de Gobernación tras el desplome de aeronaves: Juan Camilo Mouriño en 2008 y Francisco Blake Mora en 2011.

Durante dos años y 10 meses, el avión voló por todo el mundo. Hizo más de 150 viajes nacionales e internacionales, con destinos como Nueva York, Estados Unidos; Reino Unido e Irlanda del Norte; Davos, Suiza; San Petersburgo, Rusia; Bali, Indonesia; París y Marsella, Francia; Australia; Chile; Costa Rica; Roma, Italia; Boao y Hong Kong, China, y Lisboa, Portugal.

El último servicio presidencial que tuvo el José María Morelos y Pavón fue de Buenos Aires, Argentina, para transportar al entonces presidente Peña Nieto tras su participación en la Cumbre del G20.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entre 2016 y 2018 se efectuaron 122 giras nacionales, con un costo de 31,473 millones de pesos, y 36 internacionales, con cargo al erario por 102 millones 897,921 pesos.

Cuando comenzó a usarse, se preveía que estaría al servicio de alrededor de cinco mandatarios pues su vida útil se estimaba en 25 años.

“Ese avión no lo tiene ni Obama”

Desde antes de llegar a la presidencia, López Obrador prometió vender el avión pues él no lo usaría. “Ese avión no lo tiene ni Obama”, decía con frecuencia, al criticar los lujos del transporte oficial del jefe del Estado mexicano.

Horas después de haber asumido el cargo, inició el proceso de venta de la aeronave, que fue adquirida para sustituir al avión Presidente Juárez, que prestó servicio durante 27 años. El primer paso fue enviarla al aeropuerto de Victorville, en San Bernardino, California, Estados Unidos, para darle mantenimiento y preservación.

Desde entonces, aun sin volar, la aeronave ha seguido generando costos en los 37 meses de este gobierno. Entre el 3 de diciembre de 2018 y el 22 de junio de 2020, sumaron más de 78 millones de pesos el gasto para la administración federal.

El gobierno de López Obrador afirma que en el aire el avión tuvo en 20 meses un gasto de 240 millones 287,976 pesos, mientras que en los primeros 20 meses del actual sexenio el costo ascendió a 78 millones, es decir, 161 millones 786,363 menos.

“Haciendo un comparativo de gastos, se obtuvo un promedio mensual de operación de la aeronave, en la pasada administración, de $12 millones 014,398.83 pesos y en la presente administración de 3 millones 925,080.67 pesos, reflejando una diferencia de 8 millones 089,318.16 pesos”,

Cada año, el gobierno de México sigue pagando el avión presidencial. En noviembre de 2012, la Sedena y Banobras suscribieron un contrato por arrendamiento financiero por un monto de 6,094 millones 689,887 pesos, de los que 2,255 millones 842,960 pesos se pagarían entre 2012 y 2020, y entre 2021 y 2027, un monto de 3,838 millones 846,926 pesos.

Las turbulencias

El gobierno federal ha intentado de diversas maneras vender el avión: con un sorteo organizado por la Lotería Nacional, a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés), en renta, en intercambio por equipo médico e incluso por helicópteros. Sin embargo, hasta ahora ninguna ha prosperado.

El analista político y catedrático de la UNAM Édgar Ortiz Arellano afirma que no haber vendido hasta ahora el avión presidencial no es un fracaso para López Obrador porque, si bien no ha obtenido recursos económicos, sí le ha servido como ícono su política de austeridad.

“Ha servido de pretexto para sostener una narrativa para señalar a gobiernos anteriores como derrochadores, malos e ineficientes y, por otro lado, demostrar que este gobierno está en contra de los excesos cometidos por las élites políticas y económicas del pasado. Este avión ha servido para fines políticos: no servía para transportar al presidente, pero sí para el discurso del presidente”, sostiene.

El gobierno de AMLO estudia dos ofertas de compra del avión presidencial

La única vez que López Obrador se subió y recorrió los 42 metros de longitud del avión fue para grabar un spot en el que invitó a los mexicanos a comprar un “cachito” de lotería.

“Estos parecían reyes, ¡miren los lujos que se daban!... Habiendo tanta pobreza, esto es un insulto”, dijo de pie junto al asiento forrado en verde con el escudo mexicano, donde solía sentarse Peña Nieto.

La “rifa del avión" será un desafío para los niños gritones

En enero de 2020, se presentó un folleto con el que el gobierno de México pretendía ofrecer la aeronave. De avión presidencial a pináculo de la aviación empresarial del mundo era el título del texto que promocionaba al TP01 como “un orgullo de la nación”.

“La aeronave exhibe los símbolos más auténticos de México en diversas y variadas formas, distinguiéndose el escudo nacional, así como los colores patrios”, señalaba el folleto.

López Obrador ha asegurado que hay interesados en adquirir el avión, pero como ninguna oferta se ha concretado, a principios de 2020 anunció la realización de una rifa alusiva, en la que inicialmente el premio mayor sería la aeronave, pero más tarde se entregaron 100 premios de 20 millones de pesos, el equivalente a su valor

Desde el 22 de julio de 2020, el avión se mantiene prácticamente estacionado, salvo por algunos vuelos de mantenimiento que realiza en cielos mexicanos.