Estados Unidos autoriza la compra de refinería Deer Park a Pemex

El canciller Marcelo Ebrard detalló que ayer se recibió la autorización por parte del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) que señala que no hay elementos que pudieran poner en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos con la operación.

Y en ese sentido se recibió la comunicación de ese Comité que depende del Departamento del Tesoro, en la que se informa de conformidad de la revisión que se hizo a partir del 30 de noviembre de 2021 de los documentos presentados por Petróleos Mexicanos así como por Shell de la planta Deer Park en Houston, Texas, se aprobó la autorización.

"De acuerdo a estas disposiciones el comité de inversiones, ha revisado la información referente a la transacción basados en la revisión y en la investigación y después de tomar todas la consideraciones relevantes para la seguridad nacional, incluyendo los factores enumerados, todos aquellos que tienen relación con la seguridad nacional, el comité ha determinado que no hay ninguna preocupación de seguridad nacional que quedase sin resolver, por lo tanto de acuerdo a lo que dispone se ha concluido la revisión de esta operación", leyó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sobre el documento recibido.

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El director de Pemex, Octavio Oropeza, explicó que el valor de la transacción por los activos de la refinería es de 596 millones de dólares, que equivale al 50% de la deuda de la refinería (participación de Shell en la sociedad) y adicionalmente se liquidará la deuda existente por los 596 millones que corresponden al 50% de la participación de Pemex.

"Se agrega a los activos del país libre de deudas, totalmente limpia", afirmó al recordar que los recursos se darán a través del Fondo Nacional Infraestructura (FONADIN), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y que la planta tiene capacidad de 340,000 barriles por día.

La compra de la refinería se anunció desde mayo pasado con la expectativa de consolidar la adquisición durante los primeros días de diciembre, pero la estatal Pemex y Shell no recibieron la autorización conforme a los tiempos que habían anticipado.

La estatal mexicana compró la refinería ubicada en Houston, Texas, como parte de la estrategia presidencial para aumentar la producción nacional de combustibles y terminar con las importaciones de gasolina en 2023. Mientras que Shell se deshizo del activo como parte de su plan para consolidarse como una empresa con negocios compatibles con la transición energética.

Con la aprobación del CFIUS, Pemex –que posee poco menos de la mitad de la refinería desde hace 30 años– y Shell podrán comenzar con el periodo final de la negociación, que incluirá la parte operativa del acuerdo.