“Esperamos que su decisión de recibir al narcodictador Nicolás Maduro y al títere de la dictadura cubana Miguel Díaz-Canel no sea indicativo de un alejamiento de los principios de su país en el respeto por la democracia y la libertad”, se lee en la carta firmada por Marco Rubio y Rick Scott.
Los legisladores afirmaron que la invitación de México a Maduro y Díaz-Canel disgustó a la población de origen velozolana y cubana que radican en Estados Unidos.
Además cuestionaron el porqué, México no extraditó a Nicolás Maduro a Estados Unidos, pues el mandatario venezolano fue acusado por el Departamento de Justicia en marzo de 2020 de participar en una conspiración de narcoterrorismo y de conspirar para importar cocaína a esa nación.
“México debió extraditar (a Maduro) a Estados Unidos para enfrentar un juicio por estos cargos tan pronto como pisó suelo mexicano”, señalaron.
A Maduro, el senador Rick Scott calificó como un “criminal” y “matón” al presidente de Venezuela. Por ello, dijo que México debió haber colaborado para poner en prisión a Nicolás Maduro y no haberlo acogido en la cumbre de la CELAC.
Antes de invitar a Maduro y a Díaz- Canel a México, hubo un gesto que tampoco agradó al gobierno de Joe Biden.
Hace algunas semanas, el presidente lanzó un llamado a Estados Unidos para suspender el bloqueo económico y comercial a Cuba.
En el contexto de las manifestaciones en la isla de julio pasado, el presidente pidió a Estados Unidos acabar con el bloqueo.
"La verdad es que, si se quisiera ayudar a Cuba, lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo a Cuba como lo están solicitando la mayoría de los países del mundo. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario. Ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado; eso es lo más contrario que puede haber a los derechos humanos", planteó el presidente.