Desde septiembre de 2020, cuando arrancó oficialmente el proceso electoral, a febrero, cuando concluyeron las precampañas, se han registrado 73 delitos relacionados con política, en los que 64 personas fueron víctimas de homicidio.
Uno de los acontecimientos más recientes es el asesinato de Rodrigo Sánchez Flores, precandidato a la alcaldía de Tamazunchale, San Luis Potosí. El exlíder juvenil del PRI fue atacado a balazos junto con su esposa y padre, cuando se transportaban en su camioneta.
La secretaria de Seguridad advirtió que hasta ahora más de la mitad de la violencia contra políticos se concentra en siete entidades: Oaxaca, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Morelos, Baja California y Jalisco.
Además, reveló que hay siete estados donde existe mayor riesgo de que los candidatos busquen ser cooptados por el crimen organizado: Morelos, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Oaxaca, Veracruz y Jalisco; de estas entidades, tres tendrán elecciones de gobernador.
“(Hay) un partido que intenta también competir, que es el partido del crimen. Establecen campañas del miedo para intimidar a la clase política y al pueblo en general: asesinan, amenazan, cooptan, imponen y financian”, dijo Rodríguez.
Las elecciones del 6 de junio serán las más grandes de la historia, pues se renovarán 500 diputaciones federales, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y 1,926 presidencias municipales.