Si alguna vez los criticó y tuvo diversos desencuentros con el sector empresarial, este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo que los empresarios se convirtieran en aliados, y de paso los convocó a contribuir con su plan de salud pública vía la adquisición de dos terceras partes de los 6 millones de boletos para la rifa del 15 de septiembre que tendrá 100 premios de 20 millones de pesos, es decir, hizo un "pase de charola".
El presidente había pedido a los empresarios llegar preparados, no necesariamente para degustar una lujosa cena, sino un austero chocolate tabasqueño y tamales de chipilín, una planta característica de Chiapas. Con esos alimentos sobre la mesa, se les solicitaría comprar 40,000 cachitos de Lotería de 500 pesos cada uno.
Y sí fue. En cada uno de los lugares se encontraba una carta compromiso con "la opción" de aportar una cantidad: les dieron cuatro opciones a seleccionar: 20 millones de pesos, 50 millones de pesos, 100 millones de pesos y 200 millones de pesos.