Ebrard argumentó que para México la renuncia de Morales fue un golpe de Estado porque fue el Ejército el que le exigió su renuncia, demanda a la cual accedió Morales para evitar una guerra civil.
Consideró que este golpe de Estado es “un grave retroceso” para todo el continente y dijo que no es posible que militares exijan la salida de un presidente en funciones.
“Es un grave retroceso para la vida democrática de todo el continente, los golpes militares nunca han traído nada positivo, van en contra, suspenden la vida democrática, los derechos de las personas; por consiguiente, estamos muy preocupados”, destacó.
El canciller también criticó que la OEA guarde silencio ante lo ocurrido contra Morales, quien arribó al poder en 2006.
“Hay otros países que seguramente coincidirán con México en pedir una explicación de por qué el silencio de la Organización de los Estados Americanos ayer frente a un pronunciamiento del Ejército, exigiendo una renuncia del presidente en turno y electo por cierto para un periodo que concluye el año que entra”, dijo.