#Crónica: Y el último #DebateINE... pasó de noche en Mérida
El tercer debate presidencial pasó de noche –literalmente y en sentido figurado– para la gente de Mérida, Yucatán. Telenovelas o futbol le robaron el espacio al último encuentro entre los aspirantes en los televisores de los negocios y restaurantes del centro de la ciudad.
En un recorrido realizado por ADNPolítico, se constató que a diferencia de otras ciudades en donde las autoridades instalan pantallas gigantes en plazas principales para generar interés, la apatía ganó en esta ciudad de origen Maya.
"La verdad, veo la gente apagada. Debieron poner una pantalla. Es una decisión que a todos nos interesa, como ciudadanos mexicanos, de ejercer el voto. Es algo muy importante", consideró Ricardo Ibarra, de 52 años, y uno de los pocos que siguieron la transmisión desde el zócalo del municipio.
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Otros entrevistados, la mayoría jóvenes, justificaron que no les interesa escuchar a los políticos o de plano desconocían que la capital yucateca era sede del último 'agarrón' entre Andrés Manuel López Obrador de Juntos Haremos Historia; Ricardo Anaya, de Por México al Frente; José Antonio Meade, de Todos por México y el independiente Jaime Rodríguez Calderón 'El Bronco' antes del 1 de julio.
"Sí sabía, pero está más interesante mi serie", respondió José López, de 28 años, encargado de una tienda deportiva.
Los trabajadores de la mayoría de los establecimientos de las primeras cuadras del centro no tienen televisión y los que sí cuentan con el aparato, están más interesados en los partidos de fútbol a dos días de que arranque el mundial Rusia 2018.
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Quizás la falta de interés es porque los electores han perdido la confianza en los servidores públicos , aventura Isaac, que a sus 61 años de edad dice no haber visto un solo buen gobierno en México.
"Yo veo que todo se vuelve chisme de vecindad, en lugar de que se pongan hablar de qué es lo que quieren proponer. Se dedican, como viejas chismosas, a estarse tirando", agrega su amigo Juan Jesús, con quien Isaac siguió media hora del debate a través del celular de otro amigo.
Para otros, como un grupo de Testigos de Jehová, el debate fue una oportunidad... pero de sumar creyentes a su doctrina. Con la esperanza de encontrar alguno entre los invitados especiales al evento, instalaron un módulo Gran Museo del Mundo Maya para repartir folletos con la "palabra de Dios". Escuchar el debate, tampoco les interesaba.
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