Tres de cuatro presidenciables, a favor de modificar la Reforma Educativa
La reforma educativa, una de las reformas estructurales más importantes del actual sexenio, robó cámara en el segmento dedicado a la Educación en el tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de México.
De los cuatro contendientes, tres dijeron que buscarían hacer cambios a las modificaciones promulgadas en 2013.
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A excepción de José Antonio Meade, el abanderado de la coalición Todos por México, que incluye al partido en el gobierno e impulsor de esta reforma, los otros candidatos expresaron que la legislación necesita modificarse. Andrés Manuel López Obrador, de Morena, insistió en que, de convertirse en presidente, la "cancelará".
"Vamos a cancelar la esencia de la reforma educativa. Lo que se aprobó tiene más que ver con una reforma laboral, con coerción a maestros y está dedicada a afectar a los maestros", dijo López Obrador.
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A pregunta de la moderadora Gabriela Warkentin sobre qué cambiaría específicamente, López Obrador respondió que buscaría que no hubiera represión al magisterio ni se siga humillando a los maestros. Precisó que, en caso de ganar la elección, utilizaría las facultades del ejecutivo y enviaría iniciativas para hacer algo nuevo.
"(Vamos) hacer algo nuevo, sí. Vamos a ponernos de acuerdo con especialistas, maestros. Vamos a evaluar un plan educativo nuevo, sin afectar los derechos de los docentes", comentó.
Los demás aspirantes tomaron el tema como bandera e insistieron en que cancelar la reforma educativa solo permitiría volver a viejas prácticas que afectaron a los estudiantes, principalmente.
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José Antonio Meade (PRI, PVEM, Panal) reviró al exjefe de gobierno y advirtió –dirigéndose al público– que cancelar la reforma educativa significa "cancelar el futuro de tus hijos".
Ricardo Anaya, abanderado de la coalición Por México al Frente, se dijo en desacuerdo con cómo se ha difundido la reforma educativa y cómo se ha utilizado para atacar a los maestros. Si gana la elección, prometió, él les dará el trato que los docentes merecen. El panista rechazó que cancelarla sea solución.
"Cancelar la reforma, como propone López Obrador, implicaría permitir que se vendan plazas, que se hereden plazas, que los ascensos se den para aquellos que asisten a marchas y plantones", criticó.
"El único que vende plazas es el secretario de Educación, los maestros no venden plazas", acusó López Obrador a Otto Granados Roldán, actual titular de la SEP.
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Por su parte, el independiente Jaime Rodríguez Calderón 'El Bronco', enfatizó que él valora al maestro y que hará "una reforma de la reforma".
El gobernador de Nuevo León con licencia preguntó si López Obrador tiene un pacto con la exlideresa del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo –señalada como la principal responsable de la venta de plazas en el magisterio–, para cancelar la reforma educativa.
"No tiene que ver la CNTE, con el SNTE (...) Estoy en contra de la reforma educativa porque es una receta del Fondo Monetario Internacional, pero no obedece a nuestra realidad y no resuelve el problema del atraso educativo", respondió.
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