Más que una poca de gracia, para bailar "La bamba" Anaya necesitó 135,000 pesos
La canción dice que para bailar "La bamba" se necesita una poca de gracia, pero el presidenciable Ricardo Anaya necesitó más que eso.
De acuerdo con información del PAN —uno de los tres partidos que lo postulan a la presidencia—, la producción de los dos videos en los que el político queretano canta este clásico tuvo un costo de 135,000 pesos, con cargo al partido blanquiazul.
Ambas piezas fueron difundidas durante el pasado periodo de precampañas, entre el 14 de diciembre y el 11 de febrero. En la primera grabación, Anaya 'se echa un palomazo' junto con el perredista Juan Zepeda; en la segunda, aparece al lado de un trío jarocho.
Arriba y arriba... en precio
La información que el PAN entregó en respuesta a una solicitud de transparencia indica que el video más caro fue el de Zepeda, pues costó 80,620 pesos.
El promocional fue grabado en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl, del que Zepeda fue alcalde, e incluyó un recorrido por calles de la localidad, en el que ambos políticos saludan a varios pobladores.
La versión que Anaya y Zepeda cantan cambia una parte de la letra y dice "una poca de gracia, vamos al frente, Anaya presidente".
Y de Neza a Veracruz
Tras la difusión de este video, el precandidato panista al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, propuso a Anaya grabar una versión jarocha de "La bamba".
Así lo hicieron, invirtieron 54,484 en la producción y dieron a conocer la pieza en un acto de precampaña en el estado del Golfo de México.
Otra vez, los panistas cambiaron la letra de la canción, que en su versión electoral para 2018 dice: "Cuando canto 'La bamba' soy elocuente, porque con nuestro voto, porque con nuestro voto, él va a ser presidente".
¿Los veremos en televisión?
Los dos videos, realizados por el director queretano José Manuel Hernández Stumpfhauser, por ahora sólo pueden verse en redes sociales.
Durante estas semanas no pueden llegar a la televisión, porque el proceso electoral está en etapa de intercampañas. En este periodo, los precandidatos no pueden aparecer en spots, asistir a debates o mesas de análisis con algún rival, ni tampoco hacer llamados al voto. Los aspirantes únicamente pueden acudir a reuniones o eventos privados en los que se discutan temas de carácter general e interés público.