Publicidad
Publicidad

La caída de nacimientos en México, un fenómeno con impactos sociales y económicos

Desde la pandemia de covid, México suma tres años consecutivos con caídas en el número de nacimientos; hoy las mujeres tienen un promedio de 1.6 hijos.
dom 12 octubre 2025 11:59 PM
El impacto de la caída de los nacimientos en México
Muchas mujeres deciden no tener hijos o tener menos ante la falta de acceso a servicios de cuidados o por parejas que no comparten el trabajo de la crianza. (Foto: IMSS)

Cada vez menos mujeres son madres o tienen menos hijos. Este fenómeno no es exclusivo de México, se repite a nivel global y preocupa a especialistas en población que avizoran impactos sociales y económicos.

En 2015, el país reportó 70.1 nacimientos por cada 1,000 mujeres en edad fértil. La tasa fue decreciendo cada año hasta alcanzar la cifra más baja en 2020, con 47.9 nacimientos.

El indicador se recuperó al siguiente año, pero después continuó en descenso y en 2024 cayó a 47.7, por debajo del primer año de pandemia, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Publicidad

La caída generalizada en los nacimientos genera preocupaciones. Said Plascencia, director Médico de Salud Femenina en MSD México, expone que, de mantenerse y profundizarse, sumada al aumento en la esperanza de vida, habrá más población envejecida que niños y jóvenes, lo que supondría una carga adicional para los sistemas de pensiones y los centros laborales.

Además, incrementaría la demanda de servicios de cuidados, trabajo que hoy realizan las mujeres de manera desproporcionada ante la falta de un sistema nacional.

Estas labores suelen ser el motivo principal por el que muchas mujeres quedan excluidas de los trabajos, por la falta de flexibilidad para la crianza o el cuidado.

Carla Pederzini, profesora investigadora del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana, ve urgente hacer cambios en las políticas públicas y laborales para que la crianza no sea un peso que recaiga solo en las mujeres, con consecuencias negativas para su desarrollo profesional y económico.

“Las mujeres no quieren estar solas criando a sus hijos. Entonces lo que deciden es tener menos hijos”.
Carla Pederzini, Universidad Iberoamericana.

La caída de los nacimientos

Carla Pederzini, doctora en estudios de población, explica que la caída en los nacimientos viene desde los años 70, cuando la tasa de fecundidad era de 6.8 hijos por mujer. La diferencia es que en esa época existió una intervención del gobierno para reducir los nacimientos y aumentar la planificación familiar.

Ahora, las mujeres tienen un promedio de 1.6 hijos, pero no se implementa una medida de control de la natalidad, a excepción de la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente, donde hay un aspecto positivo: se logró reducir 30% entre 2018 y 2023.

“Eso es muy positivo porque no debe haber niñas y jóvenes menores de 20 años que estén criando hijos”,
Carla Pederzini, profesora investigadora de la Universidad Iberoamericana.

Hace unas semanas, la presidenta Claudia Sheinbaum, incluso, reconoció la disminución de la población infantil al ser cuestionada en su conferencia matutina por la deserción escolar de unos 300,000 alumnos de primaria y secundaria.

"No hay deserción escolar, se trata de un fenómeno poblacional. Como nacen menos niños, se ha detenido la tasa de crecimiento. Si hay menos niños, eso impacta en la matrícula, pero no significa que estén abandonando la escuela”, declaró el 12 de septiembre.

Publicidad

El peso de la crianza

Aún se estudia qué otros factores impactaron la tasa de nacimientos en un contexto que todavía mantiene las desigualdades para las mujeres que, en teoría, podrían favorecer la natalidad.

Por ejemplo, en México —uno de los países que tiene más baja participación laboral de las mujeres en América Latina— apenas la mitad de las jóvenes de 19 años asiste a la universidad y una buena proporción de mujeres se casa a edades tempranas, explica Pederzini.

Incluso, 18% se casa antes de los 18 años y en estados como Guerrero, el porcentaje sube hasta 35%, a pesar de las recomendaciones internacionales de erradicar el matrimonio infantil.

Otros elementos explican qué hay detrás de la caída en los nacimientos. Las restricciones económicas, los altos costos de la vivienda, la falta de servicios públicos de cuidados, la precariedad laboral y el desempleo son las principales causas en México para que la población decida no tener hijos o limitar el número de bebés.

De acuerdo con el informe La verdadera crisis de la fertilidad, publicado Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en junio, también influye la incertidumbre por la situación política, social y el impacto del cambio climático.

“Quiero tener hijos, pero se hace más difícil a medida que pasa el tiempo. Comprar una casa o conseguir un alquiler asequible en mi ciudad es imposible. Tampoco quisiera dar a luz a un hijo en tiempos de guerra y en un planeta que está deteriorándose, si eso significa que el bebé sufriría por ello”, dice una mujer mexicana de 29 años entrevistada por UNFPA.

Al ser las mujeres las que sostienen el peso de la crianza y de los cuidados, con consecuencias adversas para su desarrollo profesional y con impactos en su economía, se decide no ser madres o no tener más hijos, si no encuentran una pareja dispuesta a compartir el trabajo.

“Dedicarse a la crianza significa que tienes que dejar de participar en el mercado laboral y de tener un salario y no encuentran parejas que quieran compartir estos ideales de participar en la crianza de los hijos”, apunta la especialista.

Ese postulado fue desarrollado por Claudia Golding, premio Nobel de Economía en 2023, explica la académica de la Ibero, quien agrega que por eso es necesario cambiar las políticas públicas y laborales. Plantea, por ejemplo, el dar apoyos a las parejas que quieren tener hijos, ampliar la licencia de paternidad, tener acceso a espacios de cuidado y flexibilidad laboral.

“La capacidad de las mujeres para decidir de manera libre y responsable el número de hijos que desean tener y el intervalo entre los nacimientos tiene consecuencias positivas para su bienestar y sus oportunidades, así como para su disfrute de los derechos humano”, agrega el médico Plascencia.

Publicidad

Tags

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

MGID recomienda

Publicidad