"México es un gran amor, le cambió la vida a mi familia"
El palestino Shadi Abed logró sacar a su familia de la Franja de Gaza y traerla a México; hoy el desafío es que se adapten y superen las secuelas de la guerra.
En mayo, luego de más año de gestiones, 18 familiares de Shadi Abed llegaron a México para comenzar una vida lejos de la guerra.(Foto: Yared de la Rosa)
Yared de la Rosa
"Es un gran amor", expresa sonriente Shadi Abed cuando se le pregunta por México.
Hace tres meses, 18 familiares de Shadi salieron de la Franja de Gaza para huir de una guerra que lleva dos años y acumula más de 60,000 personas muertas.
Llegaron a México con el apoyo de organizaciones y, ahora, su principal reto es reconstruir su vida en un país donde casi todo es distinto al suyo: el idioma, la cultura, las tradiciones.
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El proceso de adaptación es difícil, admite Shadi, sobre todo para ocho niños que vivieron de cerca la guerra, las armas y la muerte.
"Todos están en trauma. Tenemos niños afectados por la guerra. Despiertan desesperados, cuando pasa un avión sienten que es un avión de guerra, cuando escuchan a alguien extrao, gritan o lloran", cuenta Shadi en entrevista con Expansión Política.
México salvó 18 almas de Palestina. Nunca había visto un país así como México. En México son muy cariñosos, (…) sin México ya estarían muertos”.
Shadi Abed, palestino y refugiado en México.
Los 18 miembros de la familia Abed llegaron al país el 25 de mayo de 2025; fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con banderas de Palestina y dulces típicos.
Shadi Adeb, quien vende café en el Edomex, fue el artífice de su salida de Gaza, luego de meses de pedir apoyo a autoridades mexicanas y egipcias.
La lucha por sacarlos de Gaza
El refugiado palestino buscó traer a su familia en 2024. En esa tarea lo acompañó su padre, el mexicano-palestino Kamal Abed, quien falleció antes de ver a sus familiares llegar a estas tierras.
“Mi papá no aguantó, se sintió muy mal por las noticias que pasaban. El 6 de marzo de 2024 falleció, estaba mal, estaba cansando, le dio un infarto y estaba solo en un hotel en Egipto (donde fue a pedir ayuda para su familia). Es algo triste”, comenta.
El padre de Shadi fue enterrado en Palestina por los familiares que hoy ya están a salvo en el país.
El "Colectivo Gaza en México" se acercó a Shadi para apoyarlo y lograr sacar a su familia de la Franja de Gaza, por lo que realizó eventos para recolectar recursos que sirvieran para realizar trámites y costear el viaje de las 18 personas.
Axel González, abogado de la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas de la Universidad Iberoamericana, ayudó a Shadi con todos los trámites para que ocho niños y 10 adultos llegaran en calidad de refugiados.
Shadi cuenta que el proceso tardó más de un año debido a que hubo trabas de las autoridades.
La familia de Shadi Abed llegó a México el 25 de mayo de 2025; fue recibida en el AICM con banderas de Palestina, flores y dulces típicos mexicanos.(Gerardo Vieyra/NurPhoto/Reuters)
El proceso para obtener el refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda Refugiados (Comar) llevó siete meses. Sin embargo, Shadi tardó cinco meses más para lograr que las 18 personas fueran evacuadas de Palestina.
"Tan cerca estaban los países árabes de Palestina y no ayudaron a mi familia, solo México lo hizo", expresa.
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La adaptación
La familia de Shadi lleva más de tres meses en México y ya comenzó a reconstruir su vida lejos de la guerra, aunque no exenta de dificultades.
Algunos reciben tratamiento médico, pues llegaron con problemas de salud debido a la falta de comida y medicamentos en Gaza, como la mamá de Shadi, quien tuvo que ser llevada al hospital por problemas en el corazón.
"Todos (mis familiares) llegaron afectados por la guerra"
Shadi Abed, refugiado palestino en México.
"Es algo muy fuerte para ellos y es algo complicado. Mi mamá cuando llegó tenía dos arterias tapadas. Yo quería salvarla, la llevé al hospital porque estaba mal. Ya está estable. Quiero lo bueno para ella porque nunca me dejó cuando estaba chiquito”.
El joven de 34 años de edad revela que sus hermanos Nashaat, Mohammed y Fadi todavía no encuentran trabajo, pero están en búsqueda. En Palestina, el primero tenía un negocio de venta de mármol y granito; el segundo laboraba como ingeniero en sistemas y el tercero tenía un negocio de café.
El 19 de junio, la familia Abed se reunió con la Embajadora de Palestina en México, Nayda Rasheed.(Gerardo Vieyra/NurPhoto/AFP)
Para mantenerse, la familia de Shadi trabaja en la venta de comida tradicional de Palestina que preparan en casa; hasta crearon una página en redes sociales donde ofrecen sus alimentos, los cuales son entregados a domicilio o en un parque de la alcaldía Tlalpan.
“Llegaron sin nada, el ejército de Israel no los dejó traer cosas, como computadoras ni ropa. Ahora hacen comida para mantenerse porque estuve ayudándoles, pero tampoco me alcanza para 18 personas”, señala.
Tanto adultos como menores aprenden español para comunicarse más fácilmente y vender sus alimentos. Usan frases como: “hola”, “ahí está la comida” y, si no saben cómo decir algo, usan una aplicación de celular.
Como llegaron prácticamente sin nada, la organización de Gaza en México realizó colectas para recaudar ropa, zapatos, pañales, material de curación, medicamentos y artículos de higienes, como champú, desodorantes, cepillos de dientes y pasta dental.
Los niños toman terapia psicológica y reciben atención médica, pues llegaron con desnutrición.
“Yo les digo: ‘ya olvida allá, están en México, donde está más tranquilo, estamos aquí tranquilos. Si yo me sentí mal por la guerra, imagínate ellos”, expresa en el español que poco a poco ha ido perfeccionando.
“Todos llegaron delgados, mi mamá, mis hermanos y los niños están muy flacos. En la cara se les ve miedo”, cuenta Shadi, quien agrega que a tres meses de su llegada ya subieron un poco de peso.
Shadi Abed apoya económicamente a su familia, aunque ésta ya tiene un negocio de comida tradicional palestina para hacerse de recursos.(Foto: Yared de la Rosa)
La familia Abed ya conoce lugares de la capital como Paseo de la Reforma, el Zócalo y el Ángel de la Independencia, pero particularmente les llamó la atención el mercado de La Merced por los precios, ya que, por ejemplo, una cebolla en Palestina cuesta 20 dólares, lo que equivale a unos 380 pesos.
“México es gran amor, tienen una alma abierta no solo para nuestra familia. México ayudó a mi familia, (algo) que ningún país árabe hizo", agradece Shadi desde un parque de Tlalpan.