"Quizás esté sucediendo en este mismo momento", agregó. "Que no quede duda que estos grupos que han utilizado estas rutas marítimas a través del Caribe no van a poder seguir actuando con impunidad", insistió.
La declaración se dio en su visita de Rubio a México, misma que se produce después de que el ejército estadounidense atacara el martes en el Caribe un barco procedente de Venezuela que, según las autoridades estadounidenses, transportaba drogas ilegales. Esta fue la primera operación conocida desde el reciente aumento del despliegue de buques de guerra de la administración de Donald Trump a la región.
Pocos esperan que Estados Unidos, bajo el mando de un impredecible Trump, lance en México un ataque similar al ejecutado cerca de las costas de Venezuela. Sin embargo, el secretario de Defensa de EU, Pete Hegseth, aseguró el miércoles que la operación es "una señal muy clara de que ésta es una actividad que Estados Unidos no va a tolerar" en el hemisferio.
El ejército estadounidense ha intensificado la vigilancia aérea de los cárteles de la droga mexicanos y Trump ha autorizado al Pentágono a empezar a utilizar la fuerza militar frente a esos grupos.
El reciente aumento de buques de guerra en el sur del Caribe también forma parte del objetivo de cumplir la promesa de Trump de tomar medidas enérgicas frente los cárteles.
"El presidente (Trump) tiene el derecho a eliminar las amenazas inmediatas a Estados Unidos (...) y está dispuesto a hacerlo de nuevo. No nos vamos a quedar sentados viendo que estas personas van por todo el Caribe como un crucero. Ya no lo vamos a permitir", agregó Rubio este miércoles.
Ejército contra cárteles
La acción militar marcó una escalada en las acciones de Estados Unidos, luego de que Trump firmó una orden ejecutiva que autoriza el uso del ejército contra los cárteles del narcotráfico.
Pero Venezuela es un caso singular, ya que Estados Unidos no reconoce la legitimidad del presidente Nicolás Maduro, un izquierdista cuya última elección en 2024 fue denunciada como fraudulenta por la oposición.
De hecho, Washington acusa a Maduro de liderar una red de narcotráfico conocida como el "cártel de los soles", elevó a 50 millones de dólares la recompensa por su captura y desplegó navíos de guerra en el Caribe sur.
El líder venezolano denuncia que todo ello constituye una amenaza contra su país, sumido en una profunda crisis. Pero México es diferente. Al igual que su predecesor y copartidario Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum ha cooperado en gran medida con Trump en su prioridad clave de frenar la migración hacia Estados Unidos.
México ha reforzado la vigilancia en sus zonas limítrofes en los últimos años, incluyendo su propia frontera sur, una puerta de entrada para migrantes latinoamericanos y de otros continentes hacia Estados Unidos.