Las Alertas de FinCEN
El 11 de marzo, la FinCEN emitió una Orden de Identificación Geográfica (GTO) para combatir “aún más” las actividades ilícitas y el lavado de dinero de los cárteles con sede en México. Entró en vigor el 14 de abril y finaliza el 9 de septiembre de 2025.
Con esta Orden, la Red exigió que todos los negocios de servicios financieros ubicados en 30 códigos postales de California y Texas, cerca de la frontera suroeste de EU, que presenten “Informes de Transacciones de Divisas” por un monto mínimo de 200 dólares en efectivo.
“La emisión de esta GTO subraya nuestra profunda preocupación por el riesgo significativo que representan para el sistema financiero estadounidense los cárteles, narcotraficantes y otros actores criminales a lo largo de la frontera suroeste”, declaró entonces el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
“Como parte de un enfoque integral del gobierno para combatir esta amenaza, el Tesoro sigue centrado en aprovechar todas las herramientas y facultades disponibles para identificar y contrarrestar mejor estas actividades delictivas”, agregó el funcionario.
La FinCEN advierte que los cárteles emplean diversos métodos y estrategias para “lavar” sus ganancias ilícitas, entre ellas operaciones de contrabando de efectivo a gran escala y “esfuerzos de repatriación” principalmente a través de la frontera suroeste de EU.
“Este tortuoso flujo transfronterizo de dinero, que a menudo implica varias paradas geográficamente distantes, procesos bancarios y transporte de efectivo, oculta el origen, la propiedad o el control de los fondos y permite que las ganancias ilícitas se reintegren a los sistemas financieros de México y Estados Unidos”, sentencia.
El 31 de marzo, la FinCEN lanzó una alerta a las instituciones financieras sobre el contrabando y repatriación de grandes cantidades de efectivo por parte de organizaciones criminales transnacionales con sede en México.
Los cárteles, detalla en dicha alerta, contrabandean, blanquean y repatrian el efectivo a través de un proceso que involucra a empresas mexicanas, generalmente con sede cerca de la frontera suroeste de EU, servicios de vehículos blindados e instituciones financieras en ambos lados de la frontera.
El efectivo ilícito contrabandeado, que según las autoridades estadounidenses podría ascender a cientos de miles de dólares al día, suele empaquetarse y ocultarse para evitar el escrutinio de las autoridades y los requisitos de declaración de divisas estadounidenses en la frontera.
Generalmente, se transporta en vehículos privados o tractocamiones comerciales. El efectivo se entrega a empresas “cómplices” ubicadas en México, que pueden tener operaciones y actividades activas o pueden ser empresas fantasma con poca o ninguna actividad comercial.
“Una vez que el efectivo generado ilícitamente se introduce de contrabando en México, se repatria a Estados Unidos bajo la apariencia de empresas mexicanas legítimas que buscan depositar dólares estadounidenses en Estados Unidos”.
Alerta de FinCEN.
“Las declaraciones de divisas pueden presentarse como prueba de las ganancias de las empresas de importación y exportación, mientras que, en realidad, los dólares provienen de actividades ilícitas y probablemente fueron contrabandeados previamente hacia el sur, a México, antes de ser transportados de regreso a Estados Unidos".
El 1 de mayo también emitió una alerta sobre los esquemas de contrabando de combustibles a EU por parte de cárteles mexicanos para instar a las instituciones financieras a detectar, identificar y reportar actividades sospechosas relacionadas con el contrabando de petróleo crudo robado de México.
En dicha alerta, identificó como los operadores de estas redes de contrabando a los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), Sinaloa y Golfo.
“En los últimos años, el robo de combustible en México, incluido el contrabando de petróleo crudo, se ha convertido en la principal fuente de ingresos ilícitos no relacionados con el narcotráfico para los cárteles, lo que les permite sostener sus empresas criminales globales y sus operaciones de narcotráfico hacia EU”, indicó.
De acuerdo con las investigaciones de EU, tras vender el crudo robado en los mercados energéticos estadounidenses e internacionales, los importadores estadounidenses reciben transferencias bancarias nacionales e internacionales de intermediarios externos, incluyendo transferencias enrutadas a través de múltiples cuentas y jurisdicciones.
“Los importadores estadounidenses envían transferencias bancarias a empresas estadounidenses y mexicanas controladas por intermediarios mexicanos, quienes a su vez pagan a los cárteles su parte de las ganancias ilícitas”, agregó FinCEN en la alerta.