La vida de un mexicano en EU, en riesgo ante la espera de un permiso humanitario
La familia de Jacobo, un migrante mexicano que fue asaltado y herido de bala en EU durante su permiso laboral, teme que sea deportado antes de acceder al trasplante que necesita.
Jacobo Hernández Rubio, de 25 años, teme ser deportado en Estados Unidos mientras espera un trasplante multiorgánico.(Foto: Cortesía de Gerbacio Hernández)
El 23 de diciembre de 2024, el migrante mexicano Jacobo Hernández Rubio fue víctima de un asalto a mano armada en Georgia, Estados Unidos. La herida de bala le perforó el abdomen y el intestino; le causó un shock hemorrágico, falla renal y peritonitis. Ahora necesita un trasplante multiorgánico para salvarle la vida.
Sin embargo, la situación migratoria y económica del joven de 25 años impide que acceda al protocolo médico de trasplantes. Su familia ha solicitado ayuda al consulado mexicano para tramitar un permiso humanitario y la Visa U, que se otorga a víctimas de crímenes en Estados Unidos, pero las gestiones no avanzan.
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Originario de El Naranjal, una localidad del municipio de Xilitla en San Luis Potosí, Jacobo migró a Estados Unidos en abril de 2024 con una visa H-2A para trabajar en la pisca de pepino. El permiso venció en agosto pasado, por lo que su situación migratoria actual es irregular.
Gerbacio, el hermano mayor de Jacobo, solicitó un permiso humanitario para viajar a Estados Unidos y cuidar al joven durante su estancia en el hospital. Pero le dijeron que esas solicitudes ya no estaban disponibles, así que tramitó una visa de turista.
Llegó a Florida en enero y el próximo 11 de julio se cumplen los seis meses de estancia legal, por lo que ha solicitado la extensión del visado, sin una respuesta favorable todavía.
Necesitamos un estatus legal porque, si no, corremos el riesgo de ser deportados, no importa que él esté así de grave",
Gerbacio Hernández Rubio
El temor no es gratuito. Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca este año, las políticas contra la migración indocumentada se han endurecido, con redadas en ciudades santuario y la cancelación de los permisos humanitarios que el gobierno anterior, encabezado por el demócrata Joe Biden, entregó a 500,000 migrantes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela.
También se han difundido casos de otros pacientes migrantes que, pese a estar en tratamiento médico con un estado de salud crítico, son amenazados con ser deportados, como sucede con la niña Sofía, que es alimentada por vía intravenosa a causa del síndrome de intestino corto que padece.
Sin respaldo institucional
Jacobo también recibe nutrición parenteral a través de una vena. Tras el asalto, ha sido operado en diversas ocasiones. Ha estado en coma y en terapia intensiva, con episodios repetidos de sepsis, cuenta Gerbacio a Expansión Política en una videollamada.
La sepsis ocurre por una infección descontrolada y puede ser mortal, ya que afecta tejidos y órganos, explica el médico y neurólogo Rodolfo Ordanza, quien revisó la historia clínica de Jacobo. Viajar a otro país, en caso de que lo deportaran a México, pondría en riesgo su vida.
Detalle del historial médico de Jacobo Hernández.(Foto: Especial)
Fue trasladado en ambulancia aérea al hospital UF Health de Jacksonville, Florida, con mayor capacidad de atender su complicado estado de salud que una clínica local de Georgia. Ahí permanece internado desde hace casi seis meses.
Los médicos dijeron que necesita un trasplante multiorgánico, que incluye trasplante de intestino y músculos abdominales. En febrero lo canalizaron al Hospital Jackson Memorial de Miami, donde puede ingresar a la lista de trasplantes.
Pero, al llegar ahí por primera vez, lo rechazaron y regresaron al otro hospital. Debe cumplir con varios requisitos, entre ellos comprobar que cuenta con residencia temporal en Miami a no más de 60 minutos del hospital, traslados, documento que avale su estatus migratorio regular y que el lugar donde viva esté habilitado para cuidados postoperatorios y citas médicas frecuentes.
Jacobo también debe comprobar que cuenta con un cuidador con residencia legal que pueda acompañarlo 24/7, antes, durante y después del trasplante, así como presentar un affidávit económico, es decir, una declaración jurada de que cuenta con patrocinio económico o el respaldo institucional de un gobierno, fundación o seguro.
Gerbacio Hernández, de 33 años, busca extender su visado antes de ser expulsado de Estados Unidos, donde acompaña a su hermano enfermo.(Foto: Cortesía Gerbacio Hernández)
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El consulado de México en Orlando, a cargo de Juan Sabines Guerrero (exgobernador del estado de Chiapas), ayudó a Jacobo en un primer momento con el pago de una póliza de seguro médico, pero no ha enviado la carta notariada que avale que será el respaldo económico de Jacobo, afirma Alondra Alvarado, una abogada mexicana y defensora de derechos humanos que acompaña el caso.
Las autoridades consulares también prometieron ayudar con abogados para regular la situación migratoria de los hermanos Hernández Rubio, pero iniciaron el trámite hasta abril y continúa en proceso. Tampoco han avanzado las investigaciones de las autoridades estadounidenses para dar con el asaltante de Jacobo.
Jacobo espera justicia y atención real tanto de las autoridades de Estados Unidos como de las autoridades mexicanas”,
Alondra Alvarado, abogada y defensora de derechos humanos
Con el tiempo encima
Cristina Valdés, activista y defensora de personas migrantes en Estados Unidos, explica que, además, el consulado cambió la póliza de seguro de Jacobo por una más económica. Cubrió el costo de los primeros dos meses por 450 dólares y ahora los hermanos pagan 10 dólares mensuales.
Sin embargo, esa póliza no incluye el traslado de hospital a hospital. El consulado ha propuesto pagar el transporte de Jacobo, pero en un vehículo particular. Y la residencia en Miami que piden los médicos sería en una habitación de hotel.
“¿Cómo vas a trasladar a una persona que estuvo hace unos días en terapia intensiva en un vehículo particular? En esas condiciones, ¿cómo lo trasladas?", reprocha la defensora.
Por eso, Gerbacio pide que el traslado sea en ambulancia. A cambio, el consulado exigió a Gerbacio firmar una carta donde solicita esta ayuda al consulado de Orlando y acepta que deslinda de cualquier responsabilidad a las autoridades consulares. Gerbacio, afirma, signó la carta bajo presión y con la amenaza de que, si no lo hacía, el consulado retiraría la ayuda.
Gerbacio señala que personal del consulado mexicano en Orlando redactó esa carta para que él la firmara.(Foto: Especial)
El documento se lo hicieron llegar a través de una trabajadora social que no habla español, sostiene. Gerbacio solicitó un traductor para comunicarse con ella porque no habla inglés, pero solo le proporcionaron uno digital.
A la fecha, no se ha concretado el traslado de Jacobo, que los médicos estimaban para el 27 de mayo. El tiempo agobia a Gerbacio. Tiene un mes para no ser expulsado de Estados Unidos, mientras los médicos presionan por trasladar a Jacobo o darlo de alta, sin que tenga un lugar adecuado donde quedarse mientras continúa su recuperación.
La economía de la familia también se ve afectada. Los dos hermanos mantienen a sus padres, adultos mayores que permanecen en México, y a la esposa de Gerbacio, pero ninguno de los dos trabaja desde enero.
“Nos ha impactado emocionalmente y económicamente también”, comparte Gerbacio.
“Yo estoy aquí y lo veo todos los días sufrir. Mi esposa está triste, mis papás también están tristes, les da mucho sentimiento que él está lejos, sufriendo mucho y no saben a ciencia cierta qué va a pasar. Sí nos ha pegado muy fuerte porque yo no estoy trabajando ni él está trabajando, y él era el que ayudaba a mis papás. Ellos lo sienten mucho porque no ha regresado a casa y sigue en el hospital”, dice.
Buscan apoyo en México
La defensora Valdés y la abogada Alvarado han buscado a autoridades mexicanas para que atiendan el caso de Jacobo.
Entregaron una carta en Palacio Nacional dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum e interpusieron una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por considerar que el consulado mexicano de Orlando ha sido omiso. También han buscado el respaldo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, porque los hermanos Hernández nacieron en una comunidad originaria.
Por su parte, Gerbacio entregó una carta a Tatiana Clouthier, directora del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME).
"Jacobo no está en lista de trasplante no por falta de gravedad médica, sino debido a una cadena de omisiones diplomáticas y a la falta de respaldo institucional por parte del Estado mexicano", denuncia.
