El estudio analizó miles de datos de la Secretaría de Salud, que incluyen el registro de más de 400,000 nacimientos, y su asociación con los impactos a la salud neonatal.
Entre los resultados también se observa un aumento consistente de parto prematuro, cuyo riesgo aumenta con la mayor exposición hasta llegar a 29%.
Otras consecuencias de la elevada exposición al flaring son talla y peso bajos al nacer, expone el estudio "Impactos a la salud neonatal asociados con la quema y venteo de gas en el Sureste de México".
“La quema de gas en instalaciones petroleras libera compuestos altamente tóxicos, como benceno, hollín, óxidos de azufre y metano, que se asocian con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cáncer y malformaciones congénitas”, explicó Carla Flores, experta de CartoCrítica.
Al presentar el estudio, los autores subrayaron que los resultados no implican una causalidad directa, pero sí muestra que el flaring es un factor de riesgo crítico que exacerba problemas de salud ya existentes.
“Ésta no es una suposición, son datos. La quema de gas enferma desde antes del nacimiento. Es urgente que el Estado actúe para proteger la salud y los derechos de estas comunidades”, declaró Manuel Llano, experto de CartoCrítica.
Por su parte, Juan Manuel Orozco, integrante de la organización Conexiones Climáticas, compartió la experiencia que ha observado en Paraíso, Tabasco, donde afirmó que es común que los partos sean a los siete u ocho meses de gestación.
En este municipio, sostuvo, al menos dos escuelas colindan con refinerías y aseguró que también se han encontrado alteraciones genéticas en niños de la colonia Nuevo Torno Largo.
“En Tabasco, la industria del gas y el petróleo está enfermando y sacrificando a la población, un sacrificio que empieza incluso antes de nacer”, señaló. “Hay acciones urgentes que se deben implementar”.
Las dos organizaciones urgieron al gobierno políticas encaminadas a eliminar la dependencia del país a los combustibles fósiles y acciones de protección a la salud de las poblaciones afectadas, especialmente a la salud materno-infantil.
También demandaron a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) verificar que la regulación existente para reducir las emisiones a la atmósfera se cumpla a cabalidad en la industria petrolera, que de manera regular realiza quema de gas fósil.
“Es urgente pasar de la narrativa a las acciones concretas para reducir las emisiones de metano, de forma que el medio ambiente y la salud de las comunidades queden protegidos. Mujeres e infancias han sido históricamente vulneradas, es momento de priorizar su bienestar y calidad de vida”, subrayó Anaid Velasco, gerente de investigación y política pública de Cemda.