Con el lema "por un ministro indígena en la SCJN", hizo campaña Hugo Aguilar Ortiz.(Foto: Especial )
Lidia Arista
Hugo Aguilar Ortiz, funcionario del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), le ganó la batalla a las tres ministras en funciones Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y se perfila a convertirse en presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir de septiembre.
De acuerdo con los cómputos del Instituto Nacional Electoral (INE) con 97% de actas computadas, el abogado de origen mixteco suma 5 millones 803,409 votos en la elección del 1 de junio, aunque cerca de él se ubica Lenia Batres con 5 millones 504,450.
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La presidencia de la Corte se determinará por voto ciudadano y no por el de los ministros como sucedía antes, de acuerdo con el artículo 94 de la Constitución tras la reforma judicial. “Su presidencia se renovará cada dos años de manera rotatoria en función del número de votos que obtenga cada candidatura en la elección respectiva, correspondiendo la presidencia a quienes alcancen mayor votación”, dice la legislación.
Aguilar frente a las ministras en funciones
De confirmarse la ventaja de Aguilar, se convertiría en el presidente del primer pleno de ministros electos por voto directo y habría ganado la contienda a tres ministras que fueron postuladas por el expresidente López Obrador.
De la terna que envió en 2019 el entonces presidente López Obrador al Senado, postuló a Yasmín Esquivel Mossa como ministra por un periodo de 15 años. Su perfil fue cuestionado por su cercanía a la 4T y por ser esposa de José María Riobóo, a quien el expresidente le encargó el diseño del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Cuando la ministra fue criticada por presuntamente haber plagiado su tesis, el presidente la defendió: “Ha actuado con mucha rectitud y ha apoyado nuestras incursiones al Poder Judicial”.
En noviembre de 2021, Loretta Ortiz fue electa como ministra al conseguir la mayoría de los votos en la terna que envío el entonces presidente y que integraban también Bernardo Bátiz Vázquez y Eva Verónica de Gyvés.
Su esposo era José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales. La ministra fue fundadora de Morena y hace unos meses agradeció a López Obrador por postularla como ministra.
Lenia Batres fue la última que se incorporó a la Corte, también a propuesta de López Obrador. Su familia es cercana a Morena. Su hermano Martí Batres, por ejemplo, fue jefe de gobierno de la CDMX y hoy es titular del ISSSTE; mientras que su hermana Valentina Batres es diputada en el Congreso de la Ciudad de México.
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El ministro sin toga
Hugo Aguilar es un abogado hablante de la lengua de la lluvia Tu’un Savi (mixteco) que quiere llevar a la Corte la pluriculturalidad y a los pueblos indígenas a espacios de toma de decisión tras más de 200 años excluidos.
“En una perspectiva más amplia, la presencia de juzgadores indígenas y en particular de un ministro indígena en la Suprema Corte, significaría la incorporación plena de los pueblos en los espacios de decisión en la que, por más de 200 años han estado excluidos. No se trata propiamente de una representación indígena porque no son órganos de representación, sino, como se ha señalado, será un paso para que sus derechos, sus pensamientos estén presentes en los debates y resoluciones de nuestro país”, escribió en un artículo para Diario Red.
El aspirante a la Corte ha afirmado que no quiere usar toga al llegar a la SCJN.(Foto: Facebook.)
Gran parte del trabajo realizado en los últimos años por parte de Hugo Aguilar Ortiz fue en el gobierno del expresidente López Obrador. Entre 2018 y 2024 se encargó de coordinar los trabajos de consulta previa, libre e informada de los proyectos prioritarios del exmandatario como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, entre otros.
En su contienda por llegar a la Corte, Hugo Ortiz fue asignado con el número 34 y fue postulado por el Poder Judicial. “Como indígena, un cargo es sinónimo de servicio. Por ello, busco ponerme al servicio de la justicia y de los pueblos”, esa fue su respuesta a la pregunta de por qué quiere ocupar un cargo público.
A diferencia de cualquier otro ministro, Aguilar no quiere utilizar toga como integrante de la Corte, sin embargo, tendrá que revisar el reglamento interno para saber si puede.
"Las resoluciones deben ser fuente de unidad y no el inicio de nuevas etapas de conflictividad", sostiene.
Los tres ejes de su propuesta son:
Justicia congruente con la realidad. Para ello propone impulsar una función jurisdiccional en territorio e incorporar visitas situ. La idea es fomentar el diálogo con las personas y la búsqueda de la solución sinformalismos excesivos.
Enfoque multidisciplinario.Propone reconocer que nadie posee la verdad absoluta, para lo cual plantea fortalecer un enfoque multidisciplinario, dando intervención a las instancias especializadas en todas las materias, ampliando y consolidando la figura de Amicus Curiae.
También prevé privilegiar el diálogo con las partes involucradas para examinar con profundidad las controversias.
Diálogo con los poderes. El aspirante a ministro propone privilegiar el diálogo republicano entre los poderes de la Unión, los estados, los municipios, los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.