"Coyotes" operan como supuestas agencias de viajes a través de grupos de WhatsApp y ofrecen paquetes para cruzar a Estados Unidos. (Fotoarte: Nayeli Araujo, iStock)
Nueve personas cruzan el arroyo con el agua hasta las rodillas y los zapatos o tenis en las manos. Entre ellos avanza un hombre con un niño en brazos. Dicen que es el Río Bravo. “Como pueden ver, hoy 8 de abril, seguimos entregando clientes”.
“Primero de abril de 2025, brincando la frontera en Sonoyta, Sonora”, dice un hombre mientras graba a cuatro personas cruzando un supuesto muro fronterizo. “Pegaditos a la malla, mijo”, instruye.
Los dos videos fueron compartidos en mensajes como supuestas pruebas de los servicios que brindan: el cruce de migrantes indocumentados desde México a Estados Unidos.
Publicidad
Aunque hace años existen los "coyotes" o "polleros" que trasladan personas ilegalmente, ahora han sofisticado su actividad. Operan como supuestas agencias de viajes a través de grupos de WhatsApp y Expansión Política accedió a dos de esos chats.
La oferta de paquetes
Los "coyotes" promocionan sus servicios en redes sociales con videos de los cruces, aunque algunos parecen hechos con inteligencia artificial. Sin embargo, es en los chats donde conectan con los clientes, amplían el contenido y la información.
Les llaman “travesías” y ellos son “guías”. Los "coyotes" se refieren así a los cruces de personas y a sí mismos. Estos “viajes” se pueden contratar directamente con un solo mensaje.
Imagen de una sencilla publicidad de coyotes.(Foto: Especial)
“Precio económico”, dice el coyote. “Con muchísimo gusto le atenderé y le hacemos cumplir sus sueños”, agrega al consultarlo como una clienta más.
Ofrece traslados desde varios puntos de México: Tapachula, Chiapas; Villahermosa, Tabasco; Ciudad de México y Monterrey, Nuevo León. También “subidas” desde otros países: Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Honduras, Colombia, Surinam, Costa Rica, Panamá, Cuba, “desde cualquier nacionalidad que necesite”.
Además de paquetes “todo incluido” con precios que van de los 1,299 dólares a los 2,500. De 580 a 699 para infancias.
"Precios económicos", insiste el coyote, por la situación actual: han caído los cruces en la frontera México-Estados Unidos.
“Brinco seguro” es uno de los paquetes. Los migrantes pagan porque los trasladen y ayuden a cruzar la frontera, ya sea saltando el muro o a través del río Bravo. Estos cruces ocurren en Ciudad Juárez, Chihuahua; Piedras Negras, Coahuila; Matamoros o Reynosa, Tamaulipas, y en Sonoyta, Sonora.
La “entrega en Migración” es para aquellas personas que desean solicitar refugio. ¿Por qué contratar a un "coyote" para esto? Según ellos, por su “asesoramiento de miedo creíble”, un entrenamiento sobre qué decir a las autoridades migratorias que determinan si una vida está en riesgo. Este “paquete” continúa vigente a pesar de que Estados Unidos ha cancelado las solicitudes de refugio.
El viaje más caro es la “entrega directa”, porque supuestamente deja a los migrantes “en la puerta de sus familiares”, ya en Estados Unidos. Sobre todo en ciudades de Texas o California.
“Todas las travesías les incluye alimentación, hospedaje, línea telefónica”, destaca el coyote.
(Foto: Especial)
Pero el plus es la venta de vuelos de avión, documentos de identidad y la seguridad con “reporte de cárteles y policías”, es decir, un informe de grupos criminales que permiten el paso de los migrantes.
Publicidad
“Línea segura”
Como una agencia de viajes, estos "polleros" ofrecen pasajes de avión en aerolíneas legales con las que aseguran tener convenios internos. Venden sobrecupos. Así que los espacios son limitados y hay que pagarlos al coyote, con 400 dólares por adelantado, en fechas específicas y “flexibles”.
“Deben tener presente que trabajamos con las condiciones de las aerolíneas”, explica el coyote, y agrega: “Clientes apurados, impacientes, no podemos atender”.
Algunos vuelos salen de países latinoamericanos hacia México, otros son “viajes especiales” de la Ciudad de México a McAllen, Texas y a otras ciudades estadounidenses.
“De ahí, a su destino en avión, no importa qué parte, se lleva. Se les tramita documentos para que suban en avión a su destino”, sostiene el "coyote".
En un intento de generar confianza, comparte fotos de supuestos documentos emitidos, pasaportes, credenciales de elector, visas, permisos de trabajo temporal, licencias de conducir e imágenes de los boletos y de probables clientes en aeropuertos o a bordo de aviones.
“Ahí les dejo mi evidencia de trabajo”, indica. “Es seguro, cien confiable, para familias, madres con niños, para cualquiera”.
El 16 de enero de 2025, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó sobre las restricciones de visado impuestas a “altos ejecutivos” de agencias de viaje que operan en Europa y Asia “por facilitar a sabiendas la migración irregular a Estados Unidos”.
Cuatro días antes de que Trump regresara a la Casa Blanca, el entonces portavoz Matthew Miller agregó que su país ya había impuesto restricciones de visado a personas de varios países de América Latina por la misma situación. Aseguró que habían cerrado más de 70 rutas de vuelos chárter, incluidas aquellas que conectan Nicaragua con Cuba y Libia.
“Nadie debe beneficiarse de los migrantes vulnerables: ni los traficantes, ni las empresas privadas, ni los funcionarios públicos”,
Matthew Miller, exportavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos
Sin embargo, los "coyotes" consultados continúan operando. “Seguimos activos, trabajando con las travesías”.
Para algunos clientes es mejor la opción de pagar boletos de avión a los "coyotes", incluso cuando desean regresar a sus países de origen, que arriesgarse a cruzar por tierra. “Toca pasar Guatemala, Tapachula, y están que cobran un montón esos policías sinvergüenzas. Más económico un vuelo directo”, dice un hombre en uno de los chats.
La diversificación de los cruces
Las férreas políticas contra la migración irregular pueden disminuir los flujos migratorios en la frontera México-Estados Unidos temporalmente, sobre todo por la cancelación de las solicitudes de refugio en Estados Unidos, explica María Dolores París, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte.
Pero estima que aumentarán las detenciones de migrantes al interior del país norteamericano. Desde que Trump asumió el cargo hasta el 10 de marzo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha detenido a 32,809 migrantes al interior de Estados Unidos. Está cerca de los 33,243 detenidos en todo 2024, en la administración de Joe Biden.
La mano dura también tiene un posible efecto contrario, el de generar cambios en las rutas de tránsito o en las maneras y negocios para cruzar a los migrantes.
Habrá un aumento muy grande de personas que se han quedado bloqueadas, y entonces se estarán desesperando y cruzando de manera indocumentada”,
María Dolores París, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte.
Los cruces reales
A diario se comparten videos similares en el chat: personas cruzando o reportando su destino mientras alguien les filma y ordena qué decir.
“Hoy, primero de abril, ya estamos en Houston, Texas”, dice un hombre, con 20 mujeres y hombres detrás de él, en una especie de bodega. Varias de ellas mirando hacia el suelo.
En otro video: –Ocho de abril –dice una voz masculina. –Ocho de abril –repite un grupo a las orillas de un río. –Ya están en Estados Unidos. Todo bien. –Todo bien.
A miles de kilómetros al sur, en el estado de Chiapas, una mujer y dos adolescentes aparecen en una improvisada balsa inflable con una tarima de madera encima. “Hoy, viernes 21 de marzo, estamos pa´cruzar el río directo de Tapachula”.
Los "coyotes" diversificaron sus servicios tras las medidas de Trump.(Foto: Guillermo Arias/AFP)
Los videos de “cliente coronado” también son usados para cobrar a familiares el viaje, que se divide en dos o varios pagos. Una parte del monto se abona al iniciar el traslado y el resto al concluir las etapas del trayecto. Sin embargo, es difícil verificar la ubicación de los videos. Tampoco son la prueba absoluta de éxito.
Publicidad
Laura contrató un "coyote" en noviembre de 2024. El paquete de entrega directa. Salió de un pueblo de la Costa Chica de Oaxaca con destino a Ciudad Juárez, al norte del país. Ella compró sus vuelos por cuenta propia.
En el aeropuerto chihuahuense la recogió el primer guía, que ya tenía fotos para reconocerla, sus datos y contactos. La llevó a hospedarse, pero no a un hotel, sino a un pequeño cuarto donde él mismo vivía con esposa e hijos. Al día siguiente la cambiaron a una “casa de resguardo” con un grupo de centroamericanos. Ahí le hicieron grabar el video de que estaba bien para cobrar el siguiente pago.
Esperó 10 días para cruzar hasta que una tarde el segundo guía la trasladó al muro fronterizo en una camioneta con otras cuatro personas y el celular apagado todo el tiempo, por órdenes del "coyote".
Instrucciones para el encuentro con un pollero.(Foto: Especial)
Primero los llevaron con un grupo de hombres, a quienes dijeron la clave que los "coyotes" le proporcionaron cuando su familia completó unos 40,000 pesos. “Me fueron a llevar a otro punto para que otras personas identificaran nuestros rostros, nuestras fotos”, recuerda. “Ahí tuve que esperar como dos horas hasta que ya les dieran luz verde”, narra.
Después los bajaron en la carretera cercana a la X de Ciudad Juárez –como se conoce al Monumento a la Mexicanidad– y de ahí corrieron unos 10 metros al muro, hacia un trozo recortado.
“Corran, no se detengan. Yo les digo cuando se escondan”, les gritó el guía. Un señor mayor de su grupo fue detenido mientras los demás aceleraban sin voltear. “Entiendo que luego te ponen a personas como carnada, para que los demás aseguren su cruce”, menciona.
Ella consiguió pasar al otro lado, hasta una casa de seguridad de los "coyotes", en El Paso, Texas.
Tres días después, una nueva guía la llevó en coche al último punto del trayecto, la ciudad donde se reuniría con su familiar de Estados Unidos. La conductora fue detenida por la Patrulla de Caminos debido a irregularidades con el auto. Laura fue deportada.
En su primer periodo como presidente, Donald Trump construyó 386 kilómetros de muro en la frontera.(Foto: Omar Martínez Noyola/Cuartoscuro)
Un informe reciente de Insight Crime señala que son comunes estos pagos a coyotes en la frontera México-Estados Unidos, porque muchas personas los ven necesarios, están satisfechos con esos tratos o no los consideran un delito, sino “la naturaleza del negocio”.
Las redes de "coyotes" eran clanes familiares establecidos, actualmente atomizados porque el mercado se ha estratificado.
“Por lo tanto, ahora la probabilidad de que una red única y confiable de tratantes mueva a los migrantes durante todo el viaje es mucho menor de lo que era antes”, señala el estudio.
En algunas ciudades de la frontera norte, incluso, pueden intervenir grandes carteles de la droga en el tráfico de migrantes, a veces cobrando impuestos mediante extorsión a los "polleros".
Imagen de un supuesto cruce.(Foto: Especial)
Aunque son delitos distintos, el tráfico de personas tiene un gran riesgo: la trata de personas. Los migrantes más vulnerables, que ya no pueden pagar las costosas tarifas de los "coyotes", pueden ser explotados sexual o laboralmente, señala.
En el corredor Nuevo Laredo, Reynosa, y Matamoros, en Tamaulipas, “quienes llegan a la ciudad sin la ‘clave’ adecuada, es decir, sin el código que confirma que han pagado por el permiso para cruzar, suelen ser retenidos y, a veces, obligados a trabajar para el Cartel del Noreste. Ello puede incluir el trabajo forzoso en casas de refugio o el cruce de la frontera llevando drogas”, advierte la investigación.
También se han documentado estafas con las visas de trabajo agrícola. El estudio detalla que los reclutadores atraen a migrantes mexicanos y centroamericanos, pero les pagan un salario miserable y los hacen vivir en sitios hacinados e insalubres.
Segunda vuelta
Laura regresó a Ciudad Juárez con los "coyotes" e intentó cruzar una segunda vez más, ahora saltando el muro. “Te ponen una cuerda en la cintura, es el punto de seguridad. Pero en el muro hay púas, alambres filosos, pues, te cortan; tu ropa se atora, te la rompen”, describe. Es una escena distinta a los paquetes que promocionan.
Fue la última de un grupo de 12 y cuando cayó al otro lado de la frontera, ya la esperaba, iluminándola con una linterna, un agente de Inmigración. Cansada y resignada regresó a su pueblo, de donde partió a los 35 años en busca de mejores oportunidades laborales.
“Iba derrotada, triste, obviamente, ya no quería intentarlo. Llegó el punto en qué no sabía qué hacía ahí, con diferentes peligros”, cuenta.
Laura contrató un paquete con una de estas agencias, pero su travesía en nada se pareció a los servicios que se ofrecían. Luego de dos intentos de cruces ilegales tradicionales sin éxito, tuvo la suerte de sí regresar a casa. El viaje nunca es seguro.