El 27 de febrero, en medio de las tensiones por las amenazas arancelarias del presidente estadounidense, Donald Trump, México entregó a ese país a 29 capos del narcotráfico por razones de "seguridad nacional", al margen del tratado de extradición entre ambos países.
El Departamento de Justicia estadounidense precisó que los internos trasladados a México cumplían sentencias por delitos relacionados con la distribución de cocaína, metanfetamina y fentanilo.
Añadió que su repatriación le ahorra al gobierno de ese país "más de tres millones de dólares, al eliminar la necesidad de pagar por costos de encarcelamiento por los 75 años que restaban de sus sentencias combinadas".
Las identidades de los prisioneros repatriados no fueron reveladas.
La entrega anunciada este lunes se realizó bajo el Tratado Internacional de Transferencia de Prisioneros firmado entre México y Estados Unidos en 1977.