“El nivel de riesgo de contraer sarampión es medio para personas que viajan a Texas, Estados Unidos”, advierte el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave).
Brote en Estados Unidos
Desde enero de este año, Estados Unidos registra tres brotes de sarampión, con 222 contagios confirmados y dos defunciones, según reportan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
La mayoría de los casos (198) se han notificado en Texas, pero también se han reportado contagios en Alaska, California, Florida, Georgia, Kentucky, Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Pensilvania, Rhode Island y Washington.
Este brote de sarampión es calificado por los medios locales como el más grande de los últimos 30 años ocurrido en Texas. Se trata de una enfermedad declarada erradicada en Estados Unidos en el año 2000, pero que ha repuntado por las caídas en las coberturas de vacunación.
Los CDC estiman que 30% de los casos corresponde a menores de 5 años, 52% a personas de entre 5 y 19 años, y 16% a mayores de 20 años. Además, 95% de los contagios se han confirmado en personas que no están vacunadas o desconocen su estado de vacunación.
La situación genera alerta porque el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., es un reconocido antivacunas. Recién fue criticado por recomendar suplementos para tratar los síntomas y por publicar una columna de opinión, en medio del brote de sarampión, en la que alentaba a las familias a buscar con sus médicos tratamientos alternativos a la vacuna, la única medida eficaz de prevención.