“Ustedes saben que, si meten a evaluar un producto, se puede llevar meses o años. La idea es que queremos acortar esto a 40 días. Eso permite que sea más fácil que un producto se apruebe para su evaluación inicial”, afirmó al participar en el Foro Expansión Medical Devices Day.
Esto reduciría el tiempo para que los nuevos productos inicien con ensayos controlados o ensayos de factibilidad, explicó en el panel “Visión sobre la salud y la tecnología médica en la agenda: 2025-2030”.
A la par, el gobierno federal busca facilitar la transferencia de tecnología y la generación de patentes. Para eso, detalló, la Cofepris y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) colaborarán con una mayor conexión y compartirán bases de datos. Mientras que las autoridades invertirán más en universidades e investigación biotecnológica, sostuvo.
“Si ustedes tienen un producto que quieren patentar, y antes se llevaba un año, queremos que ahora sean 40 días, queremos que también desde la parte regulatoria se facilite”, reiteró.
El doctor Sergio Valdés dijo que la disminución en los tiempos regulatorios es una meta a máximo 5 años, pero esperan que se cumpla en los próximos dos. Sostuvo que no se trata solo de una idea, sino que es un proyecto en el que ya trabajan varias dependencias y que forma parte del compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum de digitalizar el sector salud en México.
Con estos pasos, la producción de dispositivos médicos podría crecer de 5% a 10% al año, estimó, y convertirse en una industria más robusta para 2030.
Aunque hay amagos de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, de imponer aranceles a los productos y exportaciones del país, el funcionario de la Secretaría de Salud confió en que se podrá negociar con él.
“Creemos que es un hombre de negocios, que escucha a la gente de negocios, y que se va a dar cuenta que no se puede pelear con el mundo y menos con su principal socio comercial”, explicó.
El plan del gobierno, apuntó, es mostrar los beneficios mutuos de la colaboración entre ambos países.
“Vamos a seguir trabajando igual, en el entendido de que, si hay un catarrito en el camino, le daremos un Tylenol. Si se nos vuelve neumonía, también hay tratamiento".